Iberia ahora busca impulsar las rutas a Asia luego de la adquisición total de Air Europa
lunes, 27 de febrero de 2023
La semana pasada se conoció del negocio por el cual Iberia movió más de US$50 millones para quedarse con 100% de Air Europa
Expansión - Madrid
La venta de Air Europa a Iberia, pendiente de que las autoridades de Competencia den su autorización, está diseñada para consolidar y ampliar el dominio de España como puerta de entrada de Latinoamérica en Europa y para aumentar las conexiones aéreas con EE.UU. y Canadá.
Pero uno de los aspectos en los que ha incidido en más ocasiones el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, es la necesidad de España de mejorar su conectividad con Asia, región que será el principal emisor mundial de turistas en el futuro. Y para desarrollar una mínima red desde Barajas es necesaria una masa crítica: una aerolínea con más aviones.
Antes de la pandemia, la presencia de vuelos con Asia era testimonial y sobre todo correspondía a vuelos que aerolíneas de China, Corea del Sur, Japón y Singapur mantenían con Madrid y Barcelona. Iberia llegó a operar con Tokio y Shanghái. La falta de rutas directas desvía a los pasajeros a través de otros países.
Con la pandemia, casi todas las rutas fueron canceladas. Ahora, con la reapertura gradual de las rutas con Extremo Oriente, España ha quedado descolgada y el país ha vuelto a quedarse en la cola en comparación con los principales mercados europeos.
Según datos de la consultora OAG, los aeropuertos españoles apenas dispondrán de 3.570 plazas con toda la región para esta semana, en claro contraste con Italia, Países Bajos, Francia y, sobre todo, Alemania y Reino Unido, que superan las 50.000 asientos en cada caso.
Solo 2%
España solo suma 2% de la capacidad de los seis principales países europeos y la proyección no es muy diferente para las próximas semanas, en las que las aerolíneas comienzan a desplegar su estrategia para la temporada alta.
Esta situación de desventaja de España se produce por varios motivos. El primero y más evidente es el geográfico. Con la excepción de Portugal, es el país europeo más alejado de la región y no puede captar tráficos de conexión porque no tiene sentido retroceder para volar hacia Asia. Además, España tiene mucha menos población que el resto de países (con la excepción de Países Bajos, que juega con la baza del hub de Ámsterdam) y la proporción de business(muy importante para rentabilizar ciertas rutas de largo radio) es inferior porque prima el turismo.
A ello se añade un factor local, vinculado a las prioridades de la aerolínea que domina cada hub. En el caso de España, los dos principales operadores intercontinentales, Iberia y Air Europa, han decidido centrarse de forma exclusiva con América porque ven que el negocio allí parece garantizado en un contexto de recuperación. Cuando faltan aviones, estos se colocan donde la demanda está asegurada. Y cuando las compañías disponen de un margen para introducir nuevos destinos en los que la demanda debe desarrollarse, deben ser conscientes de que perderán dinero durante varios años antes de rentabilizar la decisión. O sea, varias rutas rentables pagan la conexión deficitaria hasta esta que deja de serlo.