Hacienda

Los índices de la falda y los rascacielos, entre los más raros para medir la economía

Cajas de cartón, prendas de vestir, labiales y hasta los edificios más altos del mundo han funcionado como indicadores económicos

Nathalia Vargas

La economía es una de las ciencias donde predecir es complicado, pues existe una amplia variedad de factores que pueden influir sobre los números. Sin embargo, gradualmente se han creado una serie de indicadores económicos como el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Producto Interno Bruto (PIB), entre otros que permiten analizar el comportamiento de la economía.

Sin embargo, en diferentes países se han creado índices poco convencionales que se basan en otro tipo de aspectos como la comida, la ropa, el maquillaje y hasta las cajas de cartón para pronosticar el estado de la economía.

Entre la lista de los medidores más raros del mundo están el del dobladillo o el largo de la falda, una opción que se basa en la extensión de esta prenda. Si una mujer usa faldas cortas refleja los mercados al alza y si es larga significa una caída de la economía. Este indicador fue creado por el economista, George Taylor, en 1920, quien evidenció correlaciones entre el largo de las faldas y la situación financiera, según información recogida por la BBC.

Las cajas de cartón también funcionan como indicador, pues se basa en la producción y venta de este producto para mostrar el desempeño de las finanzas. Entre más cajas se elaboren, más se expandiría la economía, mientras que si se disminuye significativamente su producción, se evidenciaría una recesión cercana. La relación tiene sentido, ya que varios bienes de consumo se envían en cajas, lo que refleja no solo la actividad manufacturera, sino también las estimaciones de las compañías sobre sus ventas.

Otra pieza de ropa que se ha usado como indicador económico son los calzoncillos. Este indicador fue creado por Alan Greenspan cuando fue jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos. Según el índice, en los momentos en que la economía se complica, los hombres dejan de comprar esta prenda; lo cual es muy evidente en el mercado, ya que su consumo suele ser constante y estable cuando las finanzas se desempeñan normalmente.

El pintalabios es otro de los índices más extraños del mundo. Este indicador fue creado en la década de los 2000 por Leonard Lauder, jefe y heredero de la compañía de cosméticos Estée Lauder. Según él, en los momentos en que la situación económica empeora, las mujeres compran más labiales, en vez de comparar otros artículos más caros.

Un ejemplo de ello fue en 2001, cuando se registró una significativa desaceleración de la economía mundial. En ese entonces, las ventas minoristas de los labiales subieron 11%. Lo mismo ocurrió entre 1929 y 1933 durante la Gran Depresión y en la crisis de 2008.

Otro indicador es el de los rascacielos, creado por el economista británico, Andrew Lawrence, en 1999. Este índice relaciona la construcción de los edificios más altos con el comienzo de una crisis económica. Según Lawrence, al finalizar la construcción de más de un rascacielos, inicia una desaceleración de la economía.

Una muestra de ello fue cuando inició la Gran Depresión, momento en el que se acababa de construir la torre Chrysler y el Empire State en Nueva York. Lawrence resaltó que no se basa solo en la terminación de un edificio alto, sino de un conjunto de estas estructuras.

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