Perú

Indignación en Perú después de que la policía admitiera disparar contra un manifestante

Reuters

Miles de manifestantes con pancartas han marchado por Lima desde el miércoles, con algunos enfrentamientos con la policía y heridos de ambos lados

Bloomberg

La indignación creció en Perú después de que la policía admitiera haber disparado contra un manifestante, pocas horas después de que el presidente José Jerí sobreviviera a una moción para destituirlo, a menos de una semana de haber asumido el cargo.

Miles de manifestantes con pancartas han marchado por Lima desde el miércoles, con algunos enfrentamientos con la policía y heridos de ambos lados. Los manifestantes dicen estar hartos de los asesinatos y otros delitos, y muchos exigen una limpieza total de la clase política, ampliamente desacreditada.

La admisión policial podría avivar aún más el malestar, incluso cuando el gobierno de Jerí, de apenas seis días, se enfrentó el jueves lo que podría ser solo la primera moción para removerlo. Solo 20 de los 130 legisladores la apoyaron.

El hecho de que la moción se presentará tan pronto después de que Jerí jura el cargo subraya la volatilidad que enfrenta su gobierno en una nación conocida por su alta rotación de líderes.

El primer ministro, Ernesto Álvarez, dijo en una conferencia de prensa el jueves por la noche que se declarará estado de emergencia en Lima ante el aumento del crimen. Álvarez no especificó los detalles de la medida, salvo restricciones a las protestas y registros domiciliarios. Tampoco descartó incluir un toque de queda en el futuro, aunque el próximo estado de emergencia no lo contemplará inicialmente.

La capital vivió una situación similar en marzo, cuando se impuso un estado de emergencia en un momento en que los homicidios alcanzaron cifras récord.

En una conferencia anterior, el jefe de la Policía, Óscar Arriola, dijo a los periodistas que un agente no uniformado mató a un hombre de 32 años durante las protestas del miércoles por la noche. Antes, las autoridades habían negado la implicación de agentes, y el propio Jerí culpó en redes sociales a una minoría de manifestantes por recurrir a la violencia.

Jerí asumió el cargo la semana pasada tras la destitución de la impopular expresidenta Dina Boluarte, cuya aprobación estaba en un solo dígito por las críticas a su gestión frente al aumento del crimen.

Pero Jerí tampoco goza de respaldo: una encuesta de Ipsos en septiembre mostró que solo el 5% de los peruanos aprobaba su desempeño como presidente del Congreso, cargo que ocupaba antes de asumir la presidencia.

Abogado conservador, Jerí ejercerá el cargo hasta julio próximo, con elecciones generales previstas para abril. La nación andina ha tenido ocho jefes de Estado en la última década.

TEMAS


Perú - Marchas - protestas