Globoeconomía

Industria relojera de Suiza teme que se paralice su producción

Ripe

Casi la mitad de los 58.000 empleados de la industria de los relojes suiza cruza la frontera a diario para acudir al trabajo o vive de forma permanente en el país, según la patronal del sector, la Convention patronale de l’industrie horlogère suisse, conocida como CP.

La industria teme no ser capaz de cubrir la demanda si pierde a una parte de esa mano de obra. «Sin los trabajadores que cruzan la frontera y sin trabajadores extranjeros en general, realmente tendremos problemas», asegura Jacques Duchêne, un directivo de Rolex.

Un filón exportador 
Las declaraciones de Duchêne se producen en un momento en el que el Gobierno suizo debate cómo aplicar los límites a la inmigración aprobados en febrero por los votantes del país alpino. Los relojes son la tercera mayor exportación de productos manufacturados de Suiza y necesitan técnicos y artesanos cualificados para producir mecanismos que pueden costar hasta US$50.000.

La medida Stop a la Inmigración Masiva obliga al Gobierno suizo a introducir cuotas para los trabajadores extranjeros en los tres próximos años. En la actualidad, y según un tratado de 1999 que también rige el acceso a un conjunto de importantes mercados, se conceden permisos de residencia a los ciudadanos de la UE siempre y cuando tengan trabajo. La introducción de cuotas, sin embargo, puede invalidar el tratado.

El Gobierno tiene tres años para dictar una ley que cumpla los requisitos impuestos por el referéndum, pero la patronal relojera ya ha empezado a moverse. Miembros de esta asociación han empezado a reunirse con representantes del Gobierno suizo para expresar su preocupación sobre el impacto potencial que la ley podría tener sobre la industria.

«Necesitamos más gente y no podemos encontrarla sólo en Suiza», señala François Matile, secretario general de la patronal. «Los trabajadores extranjeros son fundamentales para la industria».

Algunos ejecutivos del sector relojero señalan que el problema de la inmigración podría solucionarse aplicando cuotas más altas para los fabricantes de relojes, una solución que permitiría a la industria mantener la mano de obra que necesita contratando a trabajadores extranjeros. Otros confían en que se encuentre una solución política a la situación.