Inflación de 550% y caída del PIB en 18,6% son el reflejo de la debacle económica del país vecino
sábado, 1 de abril de 2017
Noelia Cigüenza Riaño
Esta debacle económica es considerada por los expertos en la materia como una “auténtica locura” que ha puesto contra las cuerdas la estabilidad política y social de un país que no puede ni ofrecerle a sus ciudadanos los alimentos más básicos.
Desde 2014, el país vecino afronta una de las recesiones más profundas del continente que se recrudece con el paso de los días. Ante ello, el Banco Central de Venezuela guarda silencio acerca de las cifras de inflación, PIB o escasez.
Sin organismos oficiales que arrojen luz sobre la dimensión del problema, son muchos los que especulan sobre las cifras macroeconómicas que padece esa nación. Este el caso de la inflación, que cerró 2015 en 180,9% pero que la comisión de Finanzas del Parlamento estima que alcanzó en 2016 alrededor de 550%. No obstante, otras voces sitúan el alza de precios del año pasado en 799,9%.
Pero lo alarmante no queda ahí. El Parlamento ya apunta a que la inflación acumulada del país caribeño tan solo entre enero y febrero asciende a 42,5%.
Lo mismo ocurre con el PIB, que según informó hace unos meses la agencia de noticias Reuters, habría registrado en 2016 su peor caída en los últimos 13 años, con una contracción de 18,6%, de acuerdo con estimaciones del Banco. También el PIB del sector petrolero habría descendido 12,7% el año pasado.
Hay más datos que reflejan la crisis venezolana. Si en 2008, la bonanza petrolera de la que presumía el expresidente fallecido Hugo Chávez permitió al país aumentar sus reservas hasta US$43.127 millones, el año pasado, según el Banco Central Venezolano, solo llegaron a US$10.995 millones.
El propio Maduro aseguró hace unas semanas que las importaciones del año pasado cayeron 52% debido a la severa merma de ingresos en divisas de la nación petrolera que depende de las ventas de crudo de la firma petrolera estatal.
A futuro, las proyecciones tampoco son nada esperanzadoras. Según el Fondo Monetario Internacional(FMI), el PIB se contraería 4,5% en 2017 mientras que la inflación se calculó superior a 1.600%.
Según José Manuel Restrepo, rector de economía de la Universidad del Rosario, se trata de un problema estructural que debería eliminarse de raíz, es decir, con una salida política del gobierno actual. “El modelo venezolano es autodestructivo. No hay producción ni capacidad de compra lo que eleva los precios de manera insostenible. La tasa que manejan es ficticia y nadie del exterior les va a vender productos. La capacidad de importación es mínima. Todo este entramado deriva en un gran problema social”.
Por su parte, Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de esa universidad apuntó a que la escasez de alimentos ha llegado a niveles alarmantes. “El Gobierno ha instaurado los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, que son una forma de organización para llevar los productos de primera necesidad a todas las personas que no tienen acceso”, dijo.
A ello, se le suma que el costo de la vida de los ciudadanos se duplica mes a mes. De acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas–FVM), la canasta básica familiar sufrió un alza de más de dos salarios mínimos en febrero. En estos momentos, el ingreso se ubica en 40.638 bolívares, una cifra que aunque al cambio resulta alta, no alcanza para comprar la canasta básica ni pagar servicios en Venezuela.
Las opiniones
Ronal Rodríguez
Investigador del Observatorio de Venezuela
“Los Clap son la manera que tiene el Gobierno para repartir alimentos a las personas que no pueden acceder a ellos”.
José Manuel Restrepo
Rector de economía de la Universidad del Rosario
“El modelo económico venezolano es autodestructivo. No hay ni producción ni capacidad de compra de las personas”.