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Inflexión en las exportaciones chinas trastoca a la industria acerera global

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El Economista - Ciudad de México

“La demanda de acero de China vio un crecimiento negativo por primera vez desde 1995, debido a los esfuerzos gubernamentales de rebalanceo, lo que ha tenido un mayor impacto sobre el mercado”, informó la Asociación Mundial del Acero (World Steel Association).

En el 2014, China tuvo una demanda aparente de acero de 711 millones de toneladas, una caída anual de 3,3%. El monto representó 46,2% de la demanda mundial, con un crecimiento vertiginoso, considerando que el nivel fue de 34,2% en el 2008.

Por su pujante economía, China fue uno de los mayores importadores de acero a principios de la década del 2000, pero alcanzó otro punto de inflexión en el 2005, cuando se convirtió en un exportador neto.

“Lo de China es un fenómeno que no solamente está afectando a México, está afectando a todo el mundo”, dijo José Antonio Reboulen, director de Comercio Internacional de Grupo DeAcero, una empresa mexicana que anunció el despido de 2.500 trabajadores la semana pasada.

Con 822,7 millones de toneladas, una participación global de 49,5% en el 2014, China está a punto de producir más acero que todo el resto del mundo, y se mantiene distante, por mucho, de su más cercano competidor, Japón (110,7 millones de toneladas).

“Haremos tiros de precisión contra las prácticas desleales de algunos países, donde fundamentalmente China es la que se ha visto más agresiva en este contexto”, dijo Ildefonso Guajardo, secretario de Economía. Según Worldsteel, la capacidad de producción de acero de China es de 1.140 millones de toneladas, equivalentes a 48,5% del total mundial.

En el comercio exterior, China está ganando mayor presencia, pero ahora como exportador. En el 2014, sus ventas externas de acero y sus manufacturas alcanzaron US$60.685 millones, una participación global de 15,9%, más del doble frente a la de 2004, cuando fue de 6,4%.

Hay otros factores que inciden en los mercados, como la devaluación del rublo, que generó sobre todo un excedente a bajos costos de planchón ruso, así como la disminución de la demanda por menores proyectos petroleros y de gas en el mundo. En México, las importaciones de acero y sus manufacturas originarias de China fueron por US$1.661 millones en el 2014, una participación de apenas 8,6%, pero industriales como Reboulen temen que se dispararán con prácticas desleales de comercio.