Inició octubre, conocido por inversionistas como enemigo de los mercados bajistas

Desde la última reunión de la Fed, las bolsas no levantan cabeza y es que el mensaje, entre otros, de que no se bajarán los tipos en 2023 no ha gustado nada a los inversores. Los bonos no paran de caer (suben las rentabilidades) y el billete verde arrasa con cualquier cruce que se le pone por delante.

La deuda estadounidense a 10 años superó el umbral de 4% por primera vez desde 2010, rentabilidad inimaginable por cuanto a principios de año cotizaba en el entorno del 1,50%. Y luego está el dólar, que cotiza contra el euro en niveles no vistos desde hace 20 años; contra el yuan chino está en su peor cruce desde mínimos de 2008; y contra el yen japonés, en niveles de 1998.

Pero octubre es un mes especial, es conocido por muchos como el mes de los grandes suelos de mercado, en el sentido de que suele ser en este periodo cuando las bolsas, estacionalmente hablando, construyen un suelo desde el que rebotar con fuerza de cara al último trimestre del año, poniendo punto y final en muchos casos a los mercados bajistas propios de las distintas crisis financieras que se han ido produciendo a lo largo de la historia.

El caso es que la fuerte inercia bajista de septiembre se lo está poniendo fácil al mes que acabamos de empezar para construir un suelo de mercado. Huelga decir que dicha pauta estacional no es infalible, nada lo es en los mercados. Es simplemente observación y estadística.

El jueves negro del 24 de octubre de 1929, cuando comenzó la Gran Depresión; el lunes negro, el 19 de octubre de 1987, que marcó el inicio del mercado bajista de los años 80; la crisis económica asiática, que causó estragos en los mercados el 27 de octubre de 1997, etcétera. Son numerosos los mercados bajistas que finalizaron en octubre, entre otros: 1987, 1990, 1998, 2002 y 2011. Puede concluirse por lo tanto que octubre es el gran asesino de los mercados bajistas.

Las coberturas en niveles récord

En este sentido, la semana pasada conocimos que los inversores estaban comprando como locos contratos que cubren (protegen) sus posiciones alcistas en el mercado.

Las compras de opciones put sobre acciones y fondos cotizados se dispararon y los gestores de fondos se gastaron más de US$34.000 millones en las cuatro semanas previas al 23 de septiembre. La mayor cantidad invertida en este tipo de estrategias desde 2009 y cuatro veces superior a la media desde principios de 2020. El mismo día 23, además, se negociaron más de 33 millones de opciones de venta en una sesión, la lectura más alta desde que se comenzaron a recopilar datos hace unos 30 años.

Este pesimismo extremo unido al hecho de que tenemos a los índices S&P 500, Nasdaq 100 y al SOX de semiconductores en las medias móviles simples de 200 semanas (DMA200), sugieren que comprando ahora y en términos de largo plazo hay mucho que ganar y poco que perder.