Intel nombró a Lip-Bu Tan, veterano de la industria de chips, como su próximo CEO

Intel Corp. nombró a Lip-Bu Tan como su próximo director ejecutivo, confiándole a un ex miembro de la junta directiva y veterano de semiconductores uno de los trabajos más difíciles en la industria de los chips.

Tan, de 65 años, asumirá el cargo el 18 de marzo, según informó la compañía el miércoles en un comunicado. Se reincorporará a la junta directiva tras dimitir en agosto de 2024.

Tan, exdirector de Cadence Design Systems Inc., tiene la tarea de recuperar la prosperidad de un fabricante de chips pionero que se ha quedado atrás en la industria. Intel, que dominó el sector de los semiconductores durante décadas, se enfrenta a pérdidas de cuota de mercado, reveses en la fabricación y una caída abrupta de sus beneficios. Además, está agobiada por las deudas y recientemente tuvo que recortar unos 15.000 empleos.

Las acciones de Intel subieron más de 11% tras la noticia, tras haber subido 4,6% en la jornada bursátil de Nueva York el miércoles. La acción ha caído más de 54% en los últimos 12 meses, a medida que el futuro de la compañía se volvía cada vez más incierto, dejando su capitalización bursátil en US$89.500 millones.

Su predecesor inmediato, Pat Gelsinger, fue expulsado por la junta directiva debido a la aparente incapacidad de rejuvenecer la línea de productos de Intel. Uno de los desafíos más evidentes: crear un chip acelerador de inteligencia artificial que pueda competir con los productos de Nvidia Corp. Esta empresa, que en su momento estuvo a la sombra de Intel, ha visto sus ingresos y su valoración dispararse en los últimos dos años debido al auge de la computación con IA.

Gelsinger también se había propuesto convertir a Intel en una fundición de chips (un fabricante por contrato que produce productos para clientes externos), pero ese esfuerzo todavía está en sus etapas iniciales.

Intel sigue siendo uno de los mayores fabricantes de chips del mundo en términos de ingresos, con más de US$50.000 millones en ventas anuales. Sus procesadores son el componente principal de más de 70% de los ordenadores personales y servidores del mundo. Y sus fábricas aún representan una gran parte de la capacidad mundial de fabricación avanzada.