Inversionistas y empresas, los más perjudicados si la Fed sube las tasas
martes, 29 de abril de 2014
Cynthia de Benito
Situados entre 0% y 0,25% desde 2008, el Fondo Monetario Internacional (FMI) fecha la subida para el segundo trimestre de 2015, aunque en opinión de Daniel Escobar, analista de renta fija de Global Securities, la cita podría adelantarse sin necesidad de que los estímulos lleguen completamente a su fin.
Llegarían entonces la devaluación de las monedas (desde que comenzara el recorte de estímulos solo se salvaron de la devaluación el real brasileño y el peso colombiano) y, al aumentar el valor del dólar, problemas para aquellos inversionistas, empresas y estados que presenten un excesivo apalancamiento.
Por países, los más afectados serían Brasil, que tiene una deuda de 40% con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), México, con 35%, Colombia, con 28%, y Perú, con 10%.
“No hay que preocuparse pero sí prepararse. Los bancos se han financiado con esto para expandirse. Tienen que consolidar esas operaciones con capital propio y reducir la dependencia”, sostiene Escobar, que recomienda a los afectados cambiar su estrategia de fondeo.
El golpe que supondría para el flujo de capitales, a los que resultaría más rentable volver a EE.UU., se suavizaría momentáneamente con las actualizaciones de los índice de JP Morgan para los emergentes.
“Esperamos que llegue una entrada importante de capital, entre mayo y septiembre por estos indicadores, que nos hacen más atractivos”, argumenta Ana María Toro, analista de divisas en Asesores en Valores.
Llegarán más beneficios a exportaciones
Otra de las consecuencias de una subida de las tasas de interés será el mayor margen de beneficio que llegará a los exportadores, según destaca Rafael Pampillón, director de análisis económico del I.E. Business School.
Entre los candidatos, el analista destaca como el que más aprovechará la ola a México, cuyo principal socio es Estados Unidos.
En la otra cara de la moneda se encuentran las importaciones, que se encarecerán, aunque este experto lo considera como una oportunidad para los países, pues al ser más caro comprar la “tendencia natural” sería recurrir a la producción propia, algo que “genera empleo, crecimiento económico y beneficio fiscal”, sostiene este experto.