Francia

Izquierda francesa se prepara para una sorprendente victoria sobre Macron y Le Pen

Gráfico LR

Una coalición de izquierda está en camino de ganar la mayoría de los escaños, lo que supone un golpe a las esperanzas de la líder de extrema derecha

Menfy Méndez Mejía

Según las primeras proyecciones, el Nuevo Frente Popular, que incluye a los socialistas y al partido de extrema izquierda Francia Inquebrantable, podría conseguir entre 170 y 215 escaños en la Asamblea Nacional, aunque todavía está muy lejos de los 289 necesarios para lograr una mayoría absoluta en la cámara baja, que cuenta con 577 bancas.

Se espera que el Agrupamiento Nacional de Le Pen, que la semana pasada los encuestadores habían previsto que obtendría la mayor cantidad de escaños,quede en tercer lugar, consiguiendo entre 110 y 158 escaños, mientras que la alianza centrista del presidente Emmanuel Macron se ubicaría en segundo lugar con 150 a 182.

Una victoria del Nuevo Frente Popular podría alarmar a los inversores, preocupados por el estado de las finanzas públicas francesas. El grupo ha prometido un importante aumento del gasto público, un aumento del salario mínimo y una reducción de la edad de jubilación, medidas que provocarían un importante enfrentamiento con la Unión Europea.

Incluso si el grupo no tiene los votos para gobernar solo, es probable que exija a Macron nuevos compromisos de gasto para formar una nueva administración.

Como no se espera que ningún partido obtenga más del 50% de los escaños en el Parlamento, Macron tendrá que nombrar un primer ministro para liderar un gobierno en minoría. Ese puesto suele corresponder al grupo que obtenga más escaños, pero el resultado indeciso podría dar lugar a un período de formación de coaliciones entre los partidos.

Las proyecciones ofrecen cierta justificación a la propuesta de Macron de disolver el parlamento tras la aplastante derrota que sufrió el mes pasado ante el partido de Le Pen. El dirigente fue ampliamente criticado por la decisión después de que su partido quedara en un distante tercer lugar en la primera vuelta de las elecciones la semana pasada, en la que Le Pen tomó la iniciativa.

La semana pasada se han producido frenéticos esfuerzos para activar el llamado Frente Republicano, un mecanismo en el que los partidos tradicionales retiran estratégicamente candidatos de ciertas contiendas para reforzar los votos contrarios a Agrupación Nacional. El partido de Macron retiró a 76 candidatos de las elecciones de segunda vuelta en las que tenían pocas posibilidades de ganar, para evitar dividir el voto contrario a Le Pen. El Nuevo Frente Popular retiró a 130.

Francia no puede permitirse un aumento brusco del gasto para apaciguar a los votantes descontentos, ya que el gobierno ya está luchando por contener el déficit presupuestario. El mes pasado, la Comisión Europea puso al país en un procedimiento especial por incumplimiento de las normas de déficit, lo que podría dificultar la limitación de los esfuerzos para implementar planes de gasto ambiciosos al tiempo que se respetan las normas de la UE.

Macron disolvió la cámara baja hace casi cuatro semanas y convocó a una votación anticipada después de que su grupo fuera derrotado en las elecciones europeas.

El índice CAC 40 de Francia ha tenido el peor desempeño entre los principales índices bursátiles europeos desde que Macron convocó elecciones anticipadas el mes pasado, mientras que en el pico de la liquidación una métrica de riesgo del mercado de bonos se disparó a su nivel más alto desde la crisis de la deuda soberana.

Las acciones subieron la semana pasada después de que la votación de primera vuelta alivió las preocupaciones sobre un gobierno de extrema derecha, y el estrés general del mercado ha disminuido.

Aun así, el CAC 40 se mantiene aproximadamente un 4% por debajo de los niveles observados antes de la convocatoria de elecciones anticipadas del 9 de junio. La prima que exigen los inversores para mantener los bonos del gobierno francés frente a los alemanes se sitúa en menos de 70 puntos básicos, por debajo del máximo de 86 puntos básicos tras la convocatoria de elecciones, pero muy por encima del nivel de 50 puntos básicos de principios de junio.

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