EE.UU.

Jeff Yass, el multimillonario que salvó uso de TikTok en EE.UU. ante posible prohibición

Expansión
RIPE:

La firma de inversiones que fundó el multimillonario con dos amigos de la universidad, Susquehanna International Group, es la propietaria de 15% de ByteDance, matriz china de la famosa red social

Expansión - Madrid

El Senado de Estados Unidos se encaminaba el pasado abril a aprobar un proyecto de ley para prohibir las descargas de la red social china TikTok ante las sospechas de espionaje de datos de Beijing cuando sucedió algo inesperado.

El senador republicano por Kentucky Rand Paultumbó con su voto la iniciativa que contaba con el apoyo del presidente, Joe Biden, y de gran parte de la bancada conservadora. "Actuaremos como el Gobierno chino si prohibimos TikTok aquí", justificó Paul.

Tras el desconcierto inicial, se entendió quién estaba detrás de ese giro de guión. Se trataba del inversionista multimillonario Jeff Yass. Y de los US$24 millones en donaciones que él y su esposa, Janine Yass, le habían dado a Paul desde 2015 que quedaron reflejados en los registros federales.

Hasta ese momento, pocas noticias se habían escrito sobre él más allá de las fronteras del estado de Pensilvania, sede de sus negocios. Su capacidad para influir en la política nacional levantó el velo de la discreción. Tenía un motivo de peso. La firma de inversiones que fundó en 1987 con dos amigos de la universidad, Susquehanna International Group, es la propietaria de 15% de ByteDance, matriz china de la famosa red social.

La participación personal de Yass en la compañía es de 7%, un valor aproximado de U$21.000 millones (19.600 millones de euros), según la última valoración de la empresa. La inversión realizada una década atrás estaba en su mejor momento mientras el Gobierno abría una batalla geopolítica y comercial con China a costa de TikTok.

El veto a la red social ya se había aplicado a los móviles de los funcionarios de La Casa Blanca, el Congreso y más de la mitad de los estados del país. La medida se extendió de inmediato a la Unión Europea, Canadá, Reino Unido, Dinamarca, Bélgica y Nueva Zelanda. Yass decidió entonces llamar a sus amigos en Washington. Y cobrarse años de donaciones a las causas conservadoras.

El pelotazo de TikTok
De ideas libertarias, el hombre más rico de Pensilvania lleva décadas financiando a través de comités de acción política (PAC, por sus siglas en inglés) y grupos de presión asuntos como la privatización de las escuelas públicas, la reducción de impuestos, la prohibición del aborto o la destrucción de los sindicatos. Ya era rico gracias a sus negocios, pero el éxito de TikTok ha impulsado su fortuna.

Sus orígenes, sin embargo, son humildes. Nació en 1959 en Queens (Nueva York) en una familia judía de clase media. Ambos progenitores eran contables. Pero fue su padre el que le animó a interesarse por la Bolsa y por los juegos de azar. Se convirtió en jugador de póker profesional. Esto le sirvió para aplicar estrategias de juego en las apuestas bursátiles que le han llevado a crear un gigante de las inversiones con 2.000 empleados en todo el mundo.

El gran envite de Yass se remota a 2012 cuando su firma apoyó con cinco millones de dólares la fundación de la empresa china ByteDance. Cinco años después, en septiembre de 2017, la compañía lanzó al mercado global la red social TikTok, que ya triunfaba en el país asiático bajo el nombre de Douyin con 100 millones de usuarios.

El aislamiento de la pandemia sirvió para que la red social se expandiera por todo el mundo alcanzando las 310.000 millones de descargas en un año. Hoy, tiene 1.080 millones de usuarios mensuales y EEUU es el país con mayor número de suscritos, cerca de 150 millones. Gracias a este boom, el diario The Wall Street Journal reveló la posición del 15% de Susquehanna International Group en ByteDance.

A partir de ahí, todas las cifras han ido en ascenso. La fortuna personal de Yass se ha duplicado en el último año gracias al aumento de 155% de los ingresos publicitarios de TikTok, que fueron de 9.900 millones en 2022. Su nombre ha escalado del puesto 156 al 53 en la recién publicada lista de Forbes de las personas más ricas del mundo en 2023. Tiene un patrimonio estimado de 28.900 millones de dólares.

Sexto megadonante
El inversor tenía mucho que perder con la prohibición de TikTok. Como buen jugador de póker, lanzó su órdago el año pasado cuando vio el veto en el horizonte cercano. Durante la campaña a las elecciones de medio mandato de noviembre de 2022, su nombre emergió como uno de los mayores donantes del país a políticos republicanos cercanos a sus ideas.

Se coló en la sexta posición de la lista por detrás de nombres como los multimillonarios George Soros y Ken Griffin con una contribución total de 54 millones de dólares en la campaña, según cifras de Inside Philanthropy.

Sus benefactores son defensores del falso fraude electoral de las presidenciales de 2020 como Rand Paul, el senador de Missouri Josh Hawley, la representante de Colorado Lauren Boebert o el gobernador de Florida, Ron de Santis. También contribuyó a las dos campañas a la Casa Blanca de Donald Trump, aunque este verano donó US$10 millones a un grupo de republicanos que buscan una alternativa.

Hasta ese momento, solo los activistas progresistas de Pensilvania habían condenado los intentos de Yass de imponer con dinero la agenda de la ultraderecha en el estado gobernado por el demócrata Josh Shapiro. Pero la sombra de la amenaza sobre TikTok hizo de esa causa una prioridad nacional.

Para ello, Yass activó toda la maquinaria de su brazo de influencia política, la organización conservadora Club For Growth, de la que es donante mayoritario junto al heredero de la marca de cerveza Schlitz, Richard Uihlein. A través de ella ha donado US$61 millones a distintas causas en la última década, según los registro federales.

En marzo, comenzó la cuenta atrás. El director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, fue sometido a un interrogatorio en el Capitolio, donde negó cualquier control por parte de Beijing. Poco después, el presidente del Club for Growth, el excongresista republicano David McIntosh, hizo pública su oposición a prohibir la aplicación bajo el argumento de que suponía un ataque a la libertad de expresión protegida por la Primera Enmienda de la Constitución.

Esa misma justificación utilizó el senador Paul cuando bloqueó el intento de acelerar el proyecto de ley para prohibir la aplicación en todo el país. No fue el único. También se manifestó en contra el congresista Thomas Massie, aliado del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy. Pero no era decisivo. Dos meses después del fracaso legislativo, Yass ingresó otros tres millones de dólares en la cuenta de un comité político que apoya a su verdugo.

TEMAS


Tik Tok - Estados Unidos