Jornadas de seis horas, la nueva propuesta que se impulsa en el Senado de México
lunes, 18 de noviembre de 2024
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, incluyó dentro de sus compromisos de gobierno, un Sistema Nacional de Cuidados
El Economista - Ciudad de México
En el Senado de México se presentó una iniciativa para que los trabajadores tanto del sector público como privado de crear una jornada laboral flexible equivalente a seis horas diarias, este derecho sería aplicable para empleados que tengan hijos con discapacidad, para facilitar estas tareas.
El proyecto impulsado por el senador Waldo Fernández González, del PVEM, propone modificaciones al artículo 60 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) y al artículo 24 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado (LFTSE)con el objetivo de proteger a la familia y el desarrollo integral de los menores con algún tipo de discapacidad o condición de espectro autista.
En ambas legislaciones, la iniciativa plantea establecer una jornada laboral flexible de seis horas diarias, con la posibilidad de acordar la hora de entrada o de salida, para facilitar la atención de las necesidades especiales de cuidado que requieran sus hijos, sin que eso afecte su salario.
Los cuidados y el mundo del trabajo
En México, no existe aún un Sistema Nacional de Cuidados que permita a los trabajadores, sea de gobierno o la Iniciativa Privada, apoyar en el cuidado de niños, personas con discapacidad o personas mayores, para dedicarse a sus actividades cotidianas como trabajar.
En México, 7.168.178 personas tienen discapacidad o alguna condición mental, de éstas, 13% son niñas y niños, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En la exposición de motivos, el senador Waldo Fernández González afirma que las personas con algún tipo de discapacidad o condición de neurodesarrollo suelen enfrentar limitaciones para valerse por sí mismos derivadas de su padecimiento.
“Esto particularmente evidente en el caso de niñas, niños y adolescentes, quienes requieren el apoyo de sus padres como cuidadores primarios para recibir los cuidados necesarios de acuerdo con su condición”, indica en el proyecto.
Advierte que debido a que sus padres deben trabajar y no pueden pedir permiso contante, estos niños no pueden recibir tratamiento adecuando como terapias regulares, lo que les permitiría tener una mejor calidad de vida. Por esta razón, considera, los cuidadores enfrentan la disyuntiva de renunciar a su trabajo, o que solo uno de ellos pueda hacerlo.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, incluyó dentro de sus compromisos de gobierno, un Sistema Nacional de Cuidados. Hasta el momento ha explicado que se priorizará la atención de mujeres maquiladoras de la frontera norte y a las familias jornaleras, pues estos grupos son los de mayor vulnerabilidad social y económica en el país.
Con ello, ha dicho, se busca que el Estado asuma un papel más activo para facilitar condiciones para que las mujeres tengan igualdad de oportunidades, ya que son ellas las que generalmente se quedan realizando los cuidados de personas en el hogar.
Serán el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) las dependencias que tendrán la tarea de desarrollar diversos esquemas para abordar las necesidades de diferentes segmentos de la población que requiere cuidado.
El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), indica que la contribución de la fuerza laboral en la economía del cuidado alcanza 27.4% del Producto Interno Bruto (PIB), casi todo corresponde a labores no remuneradas. Agrega que el hecho de que el cuidado recaiga principalmente en las mujeres reduce sus oportunidades de elección y, en particular, su participación laboral, donde la brecha de género es de 33 puntos y limita su movilidad social.
De acuerdo con el CEEY, la disponibilidad de servicios de cuidado puede potenciar un crecimiento de 10.3% en la participación laboral de las mujeres, con su correspondiente impacto en el desarrollo económico, social y fiscal.