JPMorgan y Morgan Stanley señalan dudas sobre el grupo climático de Mark Carney

El dinero parecía no ser un problema cuando Mark Carney, el exbanquero central, reunió a firmas financieras que administraban más de US$130 billones en activos detrás de un pacto para reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Tenemos todo el dinero que necesitamos para la transición”, declaró en la cumbre climática de las Naciones Unidas del año pasado.

Ahora parece que algunos de los bancos gigantes que inicialmente apoyaron a la Alianza Financiera de Glasgow para Net Zero desconfían de cumplir requisitos climáticos más estrictos. Varias grandes firmas que prestaron sus nombres a la iniciativa, incluidas JPMorgan Chase & Co., Morgan Stanley y Bank of America Corp., están teniendo dudas y podrían retirarse, según personas familiarizadas con el asunto. Otros, como Banco Santander SA, se quedarán pero están descontentos, dijeron las personas.

Carney se puso del lado de los bancos el miércoles. En una cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas copatrocinada por Bloomberg Philanthropies, dijo que los miembros de GFANZ necesitan orientación sobre asuntos como los caminos de descarbonización apropiados para ciertas industrias. “Lo que no pueden tener son restricciones legalmente vinculantes”, dijo Carney. Race to Zero, el proyecto net-zero respaldado por la ONU que respalda a GFANZ, presentó recientemente lo que Carney describió como restricciones “que fueron demasiado lejos”.

Las dudas de los bancos surgieron en reuniones recientes después de que Race to Zero completó su revisión anual y luego, en junio, emitió objetivos de descarbonización más estrictos. Entre ellos se encontraba un requisito explícito de "reducir y eliminar los combustibles fósiles, incluido el carbón". A los miembros existentes de la coalición se les dio un año para cumplir o enfrentar la expulsión; se requirió que los nuevos miembros se alinearan inmediatamente.

Las pautas generaron preocupaciones, principalmente entre los bancos y las aseguradoras, de que los requisitos más estrictos los dejarían vulnerables a juicios, particularmente en los EE. UU., donde algunos estados exigen que los prestamistas financien el carbón. Los bancos también desconfían de posibles problemas antimonopolio, según una persona familiarizada con el asunto.

Portavoces de JPMorgan, Morgan Stanley, Bank of America y Santander se negaron a comentar.

Con la guerra en Ucrania provocando una crisis energética global, los bancos que se comprometieron a descarbonizar sus carteras y prestar libros para apoyar los esfuerzos para limitar el calentamiento global ahora enfrentan un dilema a medida que aumenta la demanda de combustibles fósiles. Al mismo tiempo, los principales republicanos estadounidenses rechazan las iniciativas destinadas a abordar el cambio climático.

Es una señal preocupante de un posible retroceso en los objetivos climáticos por parte de los actores del sector privado cuyas promesas fueron uno de los logros notables en torno a la conferencia climática de la ONU del año pasado en Escocia, subrayada esta semana por una advertencia del Secretario General António Guterres: "La acción climática es siendo puesto en un segundo plano”.

Para abordar posibles problemas legales, Race to Zero actualizó su lenguaje el 16 de septiembre y enfatizó que los miembros deben "encontrar su propia ruta de forma independiente" hacia el objetivo climático alineado con los 1,5 grados centígrados y hacerlo siguiendo el "más apropiado" basado en la ciencia. ruta. Los criterios subyacentes esencialmente no han cambiado, dijo Fiona Macklin , directora de campaña de Race to Zero, en una entrevista.

“Los requisitos sustantivos siguen siendo los mismos”, dijo. “Race to Zero aún requiere que los miembros reduzcan gradualmente y eliminen todos los combustibles fósiles, incluido el carbón. Está muy claro que los miembros siempre han necesitado, y aún necesitan, alinearse con escenarios de 1.5°”.

Los miembros de GFANZ tienen hasta el próximo año para adherirse a los criterios actualizados, dijo Macklin. “Si persisten en no cumplir, entonces trabajaríamos con los socios para eliminarlos de la campaña”, dijo.

Aún así, algunos bancos sostienen que los cambios iniciales en la orientación de Race to Zero equivalían a mover los postes de la meta, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto. También surgieron preocupaciones de que el lenguaje de eliminación del carbón era demasiado agresivo y una postura coordinada sobre el carbón podría traer consigo problemas antimonopolio.

GFANZ es la mayor coalición del sector financiero para el cambio climático. Las luchas dentro de la alianza ilustran cómo el dividendo de relaciones públicas obtenido al unirse al grupo y hacer grandes declaraciones sobre las iniciativas climáticas ahora se compara con las realidades de un mundo que de repente quiere más combustibles fósiles, no menos.

Carney, de 57 años, comenzó a organizar GFANZ aproximadamente un año después de dejar el cargo de gobernador del Banco de Inglaterra en marzo de 2020. El grupo se presentó en abril de 2021 cuando los bancos, incluidos Citigroup Inc. y UBS Group AG, se comprometieron a alinear las emisiones de sus carteras de préstamos e inversiones con caminos hacia cero emisiones netas para 2050 o antes. La organización anunció en la COP26 en Glasgow que Michael Bloomberg, propietario mayoritario de Bloomberg LP, la empresa matriz de Bloomberg News, se desempeñaría como copresidente junto con Carney.

Los siete subgrupos de Gfanz, que se componen de propietarios de activos a administradores de activos, están compuestos principalmente por empresas europeas y norteamericanas. La coalición de alianzas ha tomado medidas este año para aumentar su presencia y alcance en el mundo emergente , donde se necesita la mayor parte de la financiación climática, mediante la creación de redes regionales en África y la región de Asia y el Pacífico.

Para respaldar su misión general de impulsar todas las finanzas hacia emisiones netas de carbono cero, GFANZ ha desarrollado y consultado sobre varias herramientas para permitir que las empresas midan los riesgos climáticos y evalúen el progreso en la descarbonización. Por ejemplo, el grupo ha estado desarrollando un marco para ayudar a los miembros a hacer frente a los activos bloqueados, mecanismos para evaluar los planes de transición y herramientas para medir el nivel de calentamiento global implícito en las carteras de los inversores.

El hecho de que varios signatarios importantes se estén arrepintiendo es un indicador preocupante, según Rebecca Self, consultora climática que anteriormente dirigió el negocio de finanzas sostenibles de HSBC Holdings Plc. Sugiere que algunos de ellos estaban jugando sin ninguna determinación seria de seguir adelante, dijo.

“La postura de los bancos revela la diferencia entre los que dicen y los que hacen cuando se trata de cero neto”, dijo Self. “Requiere más que un compromiso inicial y buenas palabras”.

A solo dos meses de la COP27, el papel de las firmas financieras del sector privado volverá a estar en el centro de atención. Si bien un gran enfoque del evento de este año será lograr que las naciones ricas cumplan sus promesas de pagar US$100.000 millones al año en ayuda climática a los países más pobres, la necesidad de que los bancos y los administradores de activos desempeñen su papel en la búsqueda de los billones necesarios para la energía. la transición estará en la agenda.

Para James Vaccaro, un ex banquero de energías renovables que dirige la Red de Préstamos Seguros para el Clima y forma parte del consejo asesor de Gfanz, la posible salida de instituciones como JPMorgan y Bank of America en realidad puede ser algo bueno.

“Si nos estamos acercando al borde del precipicio sobre el cambio climático, entonces solo necesitamos” miembros que se dediquen a la acción climática, dijo. Quitar a los que son "un cuarto de corazón en el mejor de los casos en cero neto" podría servir para "desbloquear un poco más de entusiasmo y energía de aquellos que quieren competir hasta la cima".