Hacienda

Juan Guaidó tendrá que convencer al FMI para activar la economía, según Fitch Ratings

Reuters

Después de más de una década del fracaso económico, el nuevo gobierno en venezuela tendrá que valerse de la banca multilateral para rescatar su economía

Johnny Giraldo López

Intensificar la presión financiera y el cerco diplomático son las alternativas por las que el Grupo de Lima y los demás países que reconocen a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, optarán para apresurar la salida de Nicolás Maduro. Si bien esta estrategia parece ser la única salida a la crisis venezolana en este momento, el gobierno del líder opositor deberá planificar otras iniciativas a largo plazo debido a la deuda impagable que hereda Venezuela (que crece con las sanciones) y que lo obligará a reestructurar los bonos soberanos (ya suman US$9.033,7 millones) con ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Uno de los retos más grandes que tendrá Guaidó en la recuperación económica es retomar la confianza del FMI, que censuró a Venezuela por no proveer información confiable sobre el estado de su economía. Un plan de estabilización con este organismo multilateral podría tomar meses, asumiendo que haya una transición de poder limpia”, dijo Richard Francis, encargado de la calificación de Colombia en Fitch Ratings.

Este escenario plantea un conflicto para el analista de Fitch, quien considera que antes de pagar la deuda de los bonos soberanos, Guaidó tendrá que invertir un gran porcentaje de los recursos en atender las necesidades causadas por la crisis humanitaria.

“La banca multilateral, los préstamos bilaterales y los retenedores de bonos podrían ser un impedimento para la reestructuración de Venezuela, que tendrá que priorizar la ayuda humanitaria apenas llegue el nuevo gobierno. Las negociaciones con estas instituciones podrían tardar años”, añadió.

Las sanciones impuestas a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) también representarán un bache difícil de sortear para el gobierno de transición, que, si bien conceden sus ingresos a Guaidó, disminuyen la producción de crudo. Actualmente, Pdvsa produce 1,3 millones de barriles diarios y se cree que al cierre de 2019 declinaría a 500.000 barriles diarios.

“A corto plazo, las sanciones impuestas por Estados Unidos a Pdvsa van a profundizar el problema de deuda que tiene el régimen. Seguramente la producción de barriles diarios también va a disminuir y habrá cada vez menos rentabilidad en las exportaciones del país petrolero”, agregó Francis.

Solo en los próximos tres meses, Venezuela tendrá que honrar el pago de US$1.670,6 millones en sus títulos soberanos en medio de una baja productividad, el impedimento del uso de reservas y la prohibición a países de hacer negocios con Caracas.

“A la medida de sus capacidades, Venezuela pagará sus deudas a los países en que no aplican las sanciones de EE.UU. como India, Rusia y China, que son los mayores retenedores de sus bonos. Si se tiene en cuenta el nivel de endeudamiento del país, veremos una negociación muy larga y compleja sobre la reestructuración de la deuda, lo que podría demorar unos años” dijo Jaimin Patel, analista financiero de Bloomberg Intelligence.

Los expertos coinciden en que una buena política de reactivación económica combinada con una transición política exitosa, podría incentivar notablemente el capital privado en Venezuela, logrando mejores perspectivas en su nivel de endeudamiento para convencer a la banca multilateral de otorgarle créditos y acabar con la difícil situación en varias décadas.

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