Justicia de Estados Unidos acusa al ex presidente Trump por soborno a estrella porno

Donald Trump fue acusado en Nueva York por dirigir pagos de dinero para silenciar a una estrella porno durante su campaña de 2016, un evento histórico en la ley y la política estadounidenses que seguramente dividirá a una sociedad y un electorado ya polarizados. Trump fue acusado el jueves, según dos personas con conocimiento del asunto, que pidieron no ser identificadas porque es privado.

Trump, el primer ex presidente de Estados Unidos en ser acusado, ha estado bajo investigación por su papel en ocultar el pago a Stormy Daniels. Los cargos, presentados por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, se producen cuando Trump enfrenta la investigación del fiscal de distrito de Atlanta sobre su intento de revertir su derrota electoral de 2020 en el estado, así como la investigación de un abogado especial federal sobre esos esfuerzos y su manejo de documentos gubernamentales.

El cargo se deriva de la investigación del fiscal de distrito de Manhattan sobre cómo la Organización Trump registró un reembolso al entonces abogado de Trump, Michael Cohen, después de que Cohen le pagara a Daniels para que no dijera nada sobre un presunto encuentro sexual que dice haber tenido con Trump en 2006.

Los tres casos están en marcha durante la tercera campaña de Trump para la Casa Blanca y su apoyo republicano puede estar disminuyendo. Mientras que su base, 30% constante del electorado republicano, apoya al candidato de 76 años pase lo que pase, muchos otros republicanos y votantes independientes están buscando una alternativa menos dramática, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis. La ex embajadora de la ONU Nikki Haley también se postula.

Trump ha negado haber actuado mal y desestimó las tres investigaciones como venganzas partidistas. Y ha ganado un apoyo significativo al afirmar que es víctima de una persecución de “estado profundo”. En una publicación en su plataforma Truth Social, calificó la investigación de Manhattan como una “caza de brujas política, tratando de derribar al candidato principal, por mucho, en el Partido Republicano”. Sin embargo, ni los cargos criminales ni una condena lo descalifican para postularse o incluso servir como presidente.