Ken Griffin dijo que los aranceles no recuperarán empleos en el sector manufacturero

El fundador de Citadel, Ken Griffin, extendió sus críticas a la política comercial de la administración Trump, diciendo que los aranceles no recuperarán empleos manufactureros estadounidenses de la manera que el presidente anticipa y que el país debería aprovechar sus fortalezas.

“Sueña con devolverle la dignidad a la gente, y debo aplaudirlo por tener ese sueño. Pero ese sueño no se hará realidad”, dijo Griffin el viernes en la Escuela de Posgrado de Negocios de la Universidad de Stanford, refiriéndose al presidente Donald Trump. “Estos empleos no volverán a Estados Unidos. Y, para que quede claro, con una tasa de desempleo de 4%, Estados Unidos ha seguido adelante”.

El multimillonario de Citadel, quien a principios de esta semana afirmó que la guerra comercial se ha convertido en un asunto sin sentido, advirtió que Estados Unidos está poniendo en riesgo su imagen global como resultado de las políticas arancelarias. El viernes, afirmó que la administración ha adoptado una mentalidad transaccional que va en contra de los intereses del país.

Hablando como parte de la serie “View From the Top” de Stanford en Silicon Valley, Griffin argumentó que Estados Unidos debería tratar de aprovechar sus puntos fuertes, como la creación de propiedad intelectual y contenido, en lugar de recuperar puestos de trabajo en fábricas que de todos modos han automatizado en gran medida su producción.

“Son trabajos que pagan una cantidad de dinero sorprendente en comparación con trabajar en una fábrica, fabricando cremalleras, electrodomésticos o televisores de pantalla plana”, dijo.

Griffin dijo que había hablado hace unas semanas con un alto funcionario del gobierno chino que cuestionó por qué la política comercial estadounidense sería fomentar empleos fabriles mal pagados y parecerse más a China, en lugar de ser la potencia mundial que China está tratando de emular.

El megadonante republicano afirmó que Estados Unidos cometió un error al ayudar a quienes perdieron sus empleos debido a la globalización, y señaló que gran parte del apoyo electoral del presidente provino de personas que sentían que la economía no les había beneficiado. Aun así, Griffin afirmó que Estados Unidos se ha beneficiado más de la globalización que China, y que la guerra comercial ha fracturado la relación del país con el resto del mundo.

La pausa de la administración en la aplicación de aranceles más generalizados “crea espacio para que den un paso atrás y reflexionen sobre sus objetivos de crear empleos y dignidad para los afectados por la globalización y, al mismo tiempo, asegurar y reafirmar el importante papel que desempeña Estados Unidos en el mundo”, dijo.