Así fue como Kushner, yerno de Trump, negoció compra de EA en US$55.000 millones
sábado, 4 de octubre de 2025
Según las fuente, el consorcio planea invertir más dinero en EA o endeudarse más para financiar adquisiciones
Expansión - Madrid
Durante años, el fondo soberano de Arabia Saudí y el multimillonario negociador Egon Durban han codiciado Electronic Arts. Pero fue el yerno de Donald Trump, Jared Kushner, quien desbloqueó su adquisición por US$55.000 millones.
Kushner, casado con la hija mayor de Trump, Ivanka, comenzó a diseñar la mayor compra en la historia de Wall Street a principios de este año junto con Durban, codirector del grupo de capital riesgo especializado en tecnología Silver Lake.
Hace aproximadamente un mes, se acercaron a EA, apodada Eagle por los negociadores, con una oferta en firme. El consejo de administración de EA trató de obtener el precio más alto posible.
La adquisición de EA el lunes consolida aún más el eje financiero entre la órbita del presidente estadounidense y el aliado más poderoso de Washington en el mundo árabe.
La compra por US$55.000 millones, respaldada por US$36.000 millones en capital y US$20.000 millones en deuda de JPMorgan, ha puesto a Kushner en el punto de mira de Wall Street. Actuó como una figura clave en la construcción de esta audaz adquisición.
La firma de inversión de Kushner poseerá alrededor de 5% de EA, según fuentes al tanto del asunto. El Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudí se convertirá en el accionista mayoritario del fabricante de videojuegos, tras haber firmado el mayor cheque de capital, seguido de Silver Lake, que será un importante accionista minoritario, añadieron estas fuentes.
Las personas implicadas en la transacción declinaron hacer comentarios más allá de sus declaraciones públicas.
Durban llevaba más de una década estudiando la adquisición de EA. Pero fue Kushner quien convenció al PIF de optar por la oferta de exclusión, según fuentes informadas al respecto.
Kushner aprovechó los profundos lazos que forjó en Arabia Saudí como enviado durante la primera presidencia de Trump. La dirección de EA también realizó varios viajes al reino a medida que avanzaba la operación. Turqi Alnowaiser, vicegobernador del PIF, lideró las negociaciones del fondo.
El acuerdo es una apuesta arriesgada de Silver Lake, Affinity Partners de Kushner, el fondo soberano de Arabia Saudí y el mayor banco de EEUU. Creen que la inteligencia artificial impulsará el auge del entretenimiento y generará importantes ahorros de costes corporativos al reducir los gastos de producción de videojuegos.
Finalmente, la adquisición obtuvo el apoyo del príncipe heredero del reino, Mohammed bin Salman, y de Jamie Dimon, de JPMorgan y principal banquero estadounidense. Fuentes internas esperan que cuente con el respaldo del presidente estadounidense, ya que considera a Riad un importante aliado de EEUU.
Durante la última década, el príncipe heredero ha invertido miles de millones de dólares en tecnología e inversiones relacionadas como parte de su impulso para diversificar la economía del país alejándola del petróleo. Destinó US$38.000 millones a inversiones en empresas de videojuegos, una de sus aficiones favoritas, a través de la unidad Savvy Games del PIF.
El PIF también tiene participaciones en otras empresas del sector, como Nintendo y Take-Two Interactive. Durban, de Silver Lake, había estudiado la adquisición de EA en 2011, pero el acuerdo nunca se materializó. Deseaba trabajar con Kushner, cuyo fondo Affinity Partners cuenta con el respaldo del PIF, creyendo que los mercados bursátiles no comprendían la compañía.
Videojuegos de EA como EA Sports FC y Madden NFL se sumarán a las grandes apuestas de Silver Lake en activos deportivos, como la matriz de Ultimate Fighting Championship. La firma cree que la IA dará lugar a una explosión de tiempo libre, impulsando el crecimiento del gasto en deportes y entretenimiento.
Según las fuente, el consorcio planea invertir más dinero en EA o endeudarse más para financiar adquisiciones. También podrían financiar compras de otras compañías de videojuegos usando las acciones privadas de EA, añaden. Si el acuerdo fracasa, el consorcio adeudará a EA una comisión de ruptura de US$1.000 millones.