La banca negocia con el BCE una nueva inyección de US$283.038 millones
viernes, 16 de noviembre de 2018
La operación beneficia a las entidades y a la institución europea, pues permite compensar la caída prevista de la liquidez del mercado.
Expansión - Madrid
La era de los estímulos monetarios llega a su fin, pero los ecos de las herramientas extraordinarias empleadas por el Banco Central Europeo (BCE) permanecerán en los mercados unos años más. En plena normalización de su política, la banca negocia con la institución una nueva inyección de liquidez para 2019.
Las reuniones entre las tesorerías de las entidades y el BCE se suceden y, a falta de concretar la forma y los detalles de la operación, el sector ya da por hecho que contará con una nueva ronda de financiación en términos muy favorables. En principio, la nueva adjudicación de liquidez se llevaría a cabo a través de un formato LTRO (préstamos a largo plazo) con un vencimiento que las distintas fuentes sitúan entre uno y tres años.
Estos préstamos estarían ligados al tipo de interés general del BCE, que ahora mismo se sitúa en el 0% y que se espera que suba por primera vez en ocho años a finales del próximo ejercicio. De esta forma, si todo sigue su curso, las entidades que tarden más en devolver el dinero asumirían un coste superior.
Fuentes financieras señalan que los bancos alemanes y los franceses han sido los más insistentes en las negociaciones para que se concrete ya esta financiación. De hecho, sostienen que podría anunciarse en diciembre o en alguna de las reuniones del primer trimestre de 2019.
El BCE prefirió no hacer comentarios al respecto.
Liquidez del sistema
Detrás de esta nueva financiación de la institución que preside Mario Draghi estaría la amortización de las TLTRO, préstamos condicionados concedidos en 2016 para estimular la concesión de crédito de la zona euro. La madurez final de estas macrosubastas, con las que el BCE adjudicó alrededor de US$837.792 millones al sistema, está prevista para entre 2020 y 2021, pero muchas entidades ya han comunicado su deseo de amortizarlas antes,lo que haría coincidir la devolución del dinero con los intentos del BCE por llevar a cabo su primera subida de tipos desde 2011.
El dinero inyectado a través de las TLTRO supone un 16% del balance del BCE, que se convertirá tras el fin de las compras de deuda en la principal herramienta monetaria. Una reducción del balance del organismo haría caer la liquidez del sistema y encarecería las condiciones de financiación en un momento delicado en el que la institución europea deberá tranquilizar a los inversores para afrontar una subida del precio del dinero pese a la moderación del crecimiento de la zona euro. Refinanciar parte de los recursos concedidos le granjearía algo más de margen.
Pero, ¿por qué quieren librarse los bancos antes de tiempo del dinero que el BCE les prestó en condiciones tan favorables? Para evitar una caída de algunos parámetros técnicos vigilados por el supervisor y los inversores. La clave está en la ratio de financiación estable neta de las entidades, que deja de contabilizar los recursos cuando queda medio año para su vencimiento y computa únicamente al 50% los que tienen que amortizarse en un año.
El escenario base de las negociaciones pasa porque los bancos aguanten hasta el vencimiento un tercio de los fondos captados en las TLTRO y amorticen otro tercio, que sustituirán por emisiones de cédulas hipotecarias y otros tipos de deuda. El último tercio, casi 250.000 millones (US$283.038 millones), se sustituiría por la nueva ronda de financiación del BCE.
Bajo esta premisa, cuyos detalles pueden variar al tratarse de una negociación que todavía está en curso, el balance del BCE caería un 5% y los descensos en las ratios de liquidez de la banca serían asumibles.
Tipos de liquidez que proporciona el BCE
El Banco Central Europeo (BCE) dispone de varias vías para inyectar liquidez en el mercado monetario. Semanalmente, la autoridad europea realiza préstamos a corto plazo al tipo de referencia, que se sitúa ahora en el 0%. Esta liquidez debe devolverse a la semana siguiente. A raíz de la crisis financiera, el BCE decretó lo que se conoce como barra libre de liquidez semanal por la que adjudica al sistema todo el dinero que le pidan.
Además, el organismo también utiliza de forma recurrente las LTRO, préstamos a tres meses bajo las mismas condiciones que los préstamos semanales.
Como medida de estímulo del mercado monetario en plena crisis de deuda, el BCE concedió a la banca en 2012 dos inyecciones de LTRO extraodinarias con vencimiento a tres años, lo que posibilitaba que los recursos computasen para la ratio de financiación estable de la banca. Por último, en dos programas distintos (2014 y 2016) el BCE puso en marcha las TLTRO, préstamos a cuatro años condicionados a la concesión de crédito de los bancos. En el segundo programa, el tipo era del -0,4% si se otorgaban créditos a las empresas de la zona euro. Así, las entidades podían incluso ganar dinero por pedir prestado. Fuentes financieras sostienen que, en esta ocasión, la inyección de liquidez se articularía a través de una LTRO extraordinaria porque no hay necesidad de estimular el crédito.