La ciudad de París también comienza con ahorro de energía con luces de Torre Eiffel

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunció el apagado anticipado de las luces nocturnas de los monumentos, entre ellos de la emblemática Torre Eiffel.

La medida se anunció como un símbolo del plan de ahorro energético para este invierno que también incluye no calefaccionar edificios públicos y escuelas por encima de los 18 grados.

La Torre Eiffel se incluyó en las medidas de austeridad energética, con el apagado de sus 20.000 bombillas de bajo consumo a partir de las 23:45, cuando cierra el monumento al público.

Hasta ahora, sus luces se apagan a la una de la madrugada.

Hidalgo precisó que, en cambio, no se apagará ni se reducirá la iluminación de las calles por razones de seguridad, pero sí la iluminación ornamental de los edificios municipales, como el ayuntamiento, a partir de las 10 de la noche del 23 de setiembre.

La alcaldesa parisina destacó que esta reducción del horario es un gesto "simbólicamente importante" porque demuestra que incluso la Torre Eiffel, con su notoriedad mundial y la carga de ejemplaridad que tiene, participa de las medidas de ahorro energético.

Se estima que el recorte representa un 4% del consumo total de energía del monumento.

También avanzó que "todos los edificios públicos se calentarán a 18 grados" en la próxima temporada invernal, lo que significa un grado menos que hasta ahora.

Durante la noche y en los periodos "en los que los edificios estén vacíos", como en los fines de semana, la temperatura será de 12 grados.

Además, se comenzarán a climatizar los edificios media hora más tarde, siempre y cuando las temperaturas invernales lo permitan.

Las guarderías y las residencias de ancianos serán la excepción a estas reglas sobre la limitación de la calefacción.

Hidalgo pidió al presidente francés, Emmanuel Macron, que extienda estas medidas en todo el país y apoye a los ayuntamientos que lo hagan.

Medidas de idéntico tenor se han adoptado en la mayoría de los países europeos en los que la restricción se vincula a la drástica disminución de la provisión de gas de Rusia, utilizado para la generación de electricidad.

Debido a los altos precios de la energía, muchas ciudades de Alemania comenzaron ya hace semanas a desistir de iluminar por la noche monumentos y edificios destacados como alcaldías, museos o bibliotecas.

En Berlín se desmontarán unos reflectores de 200 lugares públicos.

Desde el 1° de septiembre de 2022 está en vigor la ordenanza de ahorro de energía, que prohíbe oficialmente la iluminación exterior de edificios públicos. Además, los anuncios luminosos solo pueden encenderse pocas horas al día.