La crisis de la deuda pública y el cambio climático son los ejes en la cumbre del G-20
lunes, 17 de julio de 2023
El fortalecimiento de entidades internacionales, como el FMI y el Banco Mundial, serán claves contra la deuda y el cambio climático
El Observador - Montevideo
En un contexto de desaceleración de la economía mundial, los ministros de Finanzas y titulares de los bancos centrales de los países del G20 comenzaron negociaciones para buscar acuerdos sobre dos temas centrales: la reestructuración de las deudas públicas y la financiación para el cambio climático.
La ministra de Finanzas de India, Nirmala Sitharaman, quien preside y acoge la reunión en Gandhinagar, en el estado de Gujarat, en el oeste del país, abrió los debates recordando a los líderes financieros que tiene "la responsabilidad de dirigir la economía mundial hacia un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e inclusivo".
Uno de los puntos clave de la agenda es "facilitar el consenso sobre los temas que siguen sin resolución y que están relacionados con el aumento de la deuda", dijo Sitharaman, cuando habló a la prensa junto a Janet Yellen, la Secretaria del Tesoro de Estados Unidos.
Las reuniones también se han centrado en "cuestiones globales cruciales como el fortalecimiento de los bancos multilaterales de desarrollo”, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), y “la adopción de medidas climáticas coordinadas", agregó Sitharaman, quien enfatizó la necesidad de implementar “esfuerzos internacionales coordinados”.
Yellen también habló sobre los esfuerzos para combatir el sobreendeudamiento de los países más pobres del mundo, y señaló el progreso realizado en la reestructuración de la deuda en Zambia, que abordó durante su visita a China este mes.
Las negociaciones se dan un contexto en el que China, la segunda economía más grande del mundo y el principal donante de varios países de bajos ingresos en dificultades en Asia y África, se ha opuesto hasta el momento a adoptar una posición multilateral común sobre el tema.
También en un momento en el que varias economías en dificultades tras el doble impacto de la pandemia y de las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, como el aumento de los precios mundiales de los combustibles y de las materias primas, están llegando a un punto de ruptura, según coincidieron en enfatizar los participantes.
El G20, además de debatir sobre la reestructuración de las deuda y la reforma de los estatutos de bancos multilaterales de desarrollo, aborda también la regulación de las criptomonedas y la necesidad de facilitar el acceso de los países más pobres a la financiación para mitigar los efectos del cambio climático y adaptarse a él.
"En los países del Norte, el cambio climático es sinónimo de reducción de las emisiones de dióxido de carbono, pero en los países del Sur es una cuestión de supervivencia", advirtió Ajay Banga, el nuevo presidente del BM, en un artículo publicado antes de la reunión. “Los huracanes son más violentos, las semillas resistentes al calor son raras, la sequía destruye granjas y ciudades, y las inundaciones arrastran décadas de progreso", agregó.
También está prevista la implementación de la primera etapa de un acuerdo sobre una distribución más equitativa de los ingresos fiscales de las empresas multinacionales con el objetivo de evitar que las multinacionales, en especial las tecnológicas, transfieran todos sus beneficios a los países con bajos impuestos bajos, incluso si solo realizan una pequeña parte de sus actividades allí.
En cuanto a la ayuda a Ucrania, cualquier discusión sobre el apoyo al país en guerra es incómoda para India, anfitriona del G20, que hasta ahora no ha condenado la invasión rusa, aunque es miembro de la alianza llamada Quad, junto a Australia, Estados Unidos y Japón.
Yellen y Sitharaman enfatizaron la necesidad de abordar los problemas de deuda que enfrentan los países de bajos y medianos ingresos y mejorar el proceso de reestructuración de la deuda multilateral.
Sri Lanka y Ghana incumplieron sus deudas internacionales en 2022, aproximadamente dos años después de que Zambia incumpliera. Y más de la mitad de todos los países de bajos ingresos enfrentan problemas de endeudamiento, lo que perjudica su capacidad a largo plazo para funcionar y desarrollarse.