Globoeconomía

La deuda española pulveriza récords en su alentador inicio de 2014

Expansión - Madrid

El apetito por la renta fija española se ha disparado en el inicio de 2014, hasta convertir sus bonos en uno de los activos estrella de lo que va de año en el conjunto de los mercados. Una de las consecuencias de esta oleada compradora es que por primera vez en la historia, según datos de Bloomberg, el interés exigido al bono español a dos años se sitúa por debajo del umbral del 1%.

Hasta hace unos meses ni siquiera la rentabilidad de las letras a 12 meses lograba bajar del punto porcentual. Los récords positivos no son exclusivos de la deuda a corto plazo. Nada más conocerse el resultado de la primera subasta del Tesoro de 2014, con la emisión de bonos a cincos años, en el mercado secundario la rentabilidad a cinco años marcaba nuevos mínimos históricos, en 2,24%.

Muy lejos quedan los récords negativos de julio de 2012, cuando alcanzó 7,59%. El bono de referencia, a diez años, logra también nuevos hitos en su mejora. En las últimas jornadas su interés se había desinflado a mínimos de 2009. Hoy, después de la subasta del Tesoro, da un paso más en su mejora, y cae hasta el 3,70%, su nivel más bajo desde el año 2006, antes del estallido de la crisis financiera.

La caída a mínimos del interés del bono a diez años contrasta con el repunte de la rentabilidad exigida al bund alemán, por encima de 1,9%. El resultado es una nueva caída en la prima de riesgo, por debajo incluso de los 180 puntos básicos, en mínimos desde 2011. La política monetaria del Banco Central Europeo está también detrás de estos nuevos histos de la deuda española, como resultado de todas las inyecciones de liquidez introducidas para diluir los efectos de la crisis y de la rebaja de los tipos de interés hasta el actual 0,25%, los más bajos de la historia.

La menor aversión al riesgo y la búsqueda de rentabilidades en un contexto de 'tipos cero', junto a la recuperación de la economía española, ha relanzado el apetito por la deuda española. Las previsiones de las firmas de inversión coincidían en apostar por nuevas mejoras de la renta fija española en sus estrategias para 2014.