La división en la Fed de Estados Unidos sobre cuándo retirar las ayudas económicas
martes, 27 de julio de 2021
El debate sobre la fecha de inicio de la retirada del programa de compras de activos por valor de US$ 120.000 millones se intensificará en la reunión de esta semana
Diario Financiero - Santiago
Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, afronta una división creciente entre las autoridades del Banco Central estadounidense sobre cuándo empezar a retirar la inmensa inyección de estímulos monetarios aplicada al principio de la pandemia.
Al comienzo de la crisis del covid-19, los banqueros centrales mostraron unidad coincidieron en la necesidad de evitar una crisis económica manteniendo los tipos de interés en niveles ultrabajos y realizando también compras de activos mensuales por valor de US$120.000 millones. Pero el repunte experimentado por la economía estadounidense tras levantarse las restricciones por la pandemia -causando un fuerte aumento de la inflación- ha hecho que se intensifique el debate sobre cuándo empezar a reducir el programa de compras de bonos -que puede preceder a subidas de los tipos de interés eventuales-.
El debate arrancó el mes pasado y se espera que se intensifique en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de este martes y miércoles. Powell tiene que hallar un punto intermedio entre los banqueros centrales que presionan para llevar a cabo una retirada anticipada y más agresiva y aquellos que desconfían de efectuar un cambio rápido en la política. Si la Fed opta por la opción más prudente, la reducción de las compras de activos puede no producirse hasta comienzos de 2022; pero si cree necesario actuar con mayor urgencia, podría mover pieza en otoño. Estos son los distintos bandos dentro de la Fed de cara al gran giro en la política monetaria.
Las palomas
El contingente blando de la Fed sostiene que es demasiado pronto para considerar la retirada de las ayudas, ya que sigue habiendo casi siete millones de personas sin trabajo en comparación con el pasado mes de febrero. Creen que las presiones inflacionistas desaparecerán con el tiempo y les preocupa la fragilidad de la economía estadounidense, dada la alarmante propagación de la variante Delta del virus, así como las bajas tasas de vacunación en varios estados republicanos y en amplias partes del mundo.
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