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La empresa Vodafone pide duras condiciones a la venta de O2 por Telefónica

Expansión - Madrid

La presentación de resultados del semestre hasta septiembre ha servido a Vodafone para endurecer su discurso sobre "la peligrosa vuelta de los monopolios" en algunos mercados europeos de telecomunicaciones.

Su primer ejecutivo, el italiano Vittorio Colao, ha manifestado en un encuentro con periodistas que la compañía va a ser más activa en Bruselas para pedir a los reguladores que impidan el ejercicio de posiciones dominantes a grupos como BT en Reino Unido y Deutsche Telekom en Alemania.

Esta táctica va a incluir una participación significativa de Vodafone en el proceso de aprobación de la venta a Hutchison Whampoa de O2, la filial británica de móviles de Telefónica. La operación, valorada en US$15.000 millones, está pendiente de autorización por la Comisión Europea, que tiene hasta abril de 2016 para tomar una decisión.

De salir adelante, la unión de O2 y Hutchison Three creará el líder británico de los móviles con una cuota de 40%, frente a 0% de EE (en proceso de absorción por BT) y a 25% de Vodafone.

Nick Read, director financiero de Vodafone, indicó que su grupo "pedirá a Bruselas el veto a la venta de O2, salvo que Hutchison Three se desprenda de parte de su infraestructura de transmisión de señales móviles". O2 tiene 50% de una sociedad de redes de móviles en Reino Unido, en la que Vodafone posee otro 50%.

Solución a la concentración de redes
A su vez, Hutchison tiene un acuerdo similar con EE. Según Read, "Hutchison 3 debe abandonar una de las dos sociedades". El directivo aseguró que Vodafone ya está hablando con Hutchison para buscar una solución a esa concentración de redes. "Si no se resuelve este asunto, la venta de O2 no puede salir adelante".

Los analistas creen que Bruselas vería con buenos ojos el traspaso por Hutchison 3 de 50% en una de las redes a un nuevo operador de móviles, que podría ser Virgin Media, filial de Liberty Global que tiene negocio de cable en Reino Unido.

Además, Vodafone cree que la compañía resultante de la unión de O2 y Three también deberá desprenderse de parte de su espectro de frecuencias de móviles.

Visión a largo plazo
Preguntado por su preocupación sobre la situación política en España, ante el empuje separatista en Cataluña y las próximas elecciones generales, Vittorio Colao afirmó que "Vodafone toma decisiones de inversión pensando en el largo plazo, no en cuestiones a corto plazo. En España, la economía está recuperándose y estamos empezando a rentabilizar nuestra inversión. Es el 'Reino de Telefónica' pero ya casi tenemos 800.000 clientes de nuestra oferta combinada [móviles, fijo, televisión e Internet]".

Colao afirmó mantener la "confianza" en España, donde el año pasado Vodafone pagó US$7.959 millones por el operador de cable Ono. "Seguimos con atención el debate que existe sobre las regiones pero no vamos a entrar en la discusión política. Mantenemos relaciones con los diferentes gobiernos y nuestra misión es servir a nuestros clientes españoles".

Entre abril y septiembre, el negocio de Vodafone en España generó un beneficio bruto operativo (ebitda) US$$714 millones. El conjunto del grupo alcanzó un ebitda de US$8.746 millones, 1,7% menos.