Globoeconomía

La euforia se toma Europa y las bolsas se disparan hasta un 6%

Ripe

El Ibex 35 de Madrid no tenía una sesión así desde mayo de 2010. El mercado milanés subió 5,6%. Todo gracias al compromiso de Draghi de no dejar caer a la zona euro.

Después de mucho tiempo, y tras varias negras sesiones, las bolsas de Europa se dieron un buen gusto, con ganancias en algunos índices que no veían en más de dos años.

El detonante de esta fiebre compradora entre los inversionistas fueron las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, quien se comprometió a usar todos los instrumentos que estén a su alcance para evitar la caída de la zona euro.

"En el momento en que las primas de riesgo dañen el funcionamiento de los canales de transmisión de la política monetaria, ya entran en nuestro mandato", dijo el presidente de la autoridad monetaria europea.

El Ibex de Madrid fue uno de los indicadores estrella del viejo continente. Es que subió un 6,06%, una ganancia que no se veía desde el 10 de mayo de 2010 cuando saltó 14,4%.

Esto le permite recuperarse de esta nefasta semana bursátil producto de su compleja situación para financiarse en los mercados internacionales.

Precisamente en ese aspecto, el rendimiento del bono a diez año baja a cerca de un 7% (anteriormente estuvo en 7,55%), mientras que la prima de riesgo cae hasta los 570 puntos.

El martes el riesgo país anotó un máximo histórico al ubicarse en torno a las 650 unidades.

Las ganancias fueron extensivas en el resto de los mercados, aunque de manera más moderada. La Bolsa de Milán sigue en todo caso el entusiasmo de su par de Madrid (están muy vinculadas por la estrecha relación de su crisis) y se dispara 5,52%.

En Londres las ganancias llegaron a 1,36%, en París a 4,07% y en Frankfurt, el mayor mercado de la región, escala 2,75%.

Tal como lo hizo ayer, la expectativa ante la posibilidad de que el fondo de rescate permanente tenga licencia bancaria y el apoyo recibido por parte de Alemania y Francia para aplicar cuanto antes la unión bancaria, seguía animando el ánimo comprador de los inversionistas.