Succession en vida real, el hombre más rico del mundo busca sucesor entre sus hijos

“Logan Roy, el magnate de los medios de comunicación y fundador de Waystar, la multinacional de US$80.000 millones ya tiene quién lo reemplace”. Eso está bien para una noticia luego de ver los últimos capítulos de Succession, la serie de HBO, pero en el mundo real en este momento se está decidiendo el rumbo de la sucesión más costosa del globo.

A diferencia de los Roy en Nueva York, el escenario para esta historia es París. Desde la capital francesa el hombre más rico del mundo, Bernard Arnault (con US$206.000 millones) toma las decisiones de su emporio Louis Vuitton (Lvmh).

Arnault de 74 años, dueño de 48% del capital de Lvmh, el grupo detrás de las ventas de los accesorios y la moda de lujo, cada mes está realizando un almuerzo con sus cinco hijos “y ya el mercado lo toma como una serie de entrevistas para ver quién será el sucesor” dijo Christine Lumbar, analista del Wgci.

La investigadora de mercados resaltó que todos están atentos a la próxima cabeza de Lvmh, después de todo el grupo y sus competidores hoy son para Europa lo que las grandes empresas de tecnología representan para Wall Street. El conglomerado viene de superar la línea de US$500.000 millones en capitalización el mes pasado y de reportar ingresos por US$23.100 millones a marzo “mientras el mundo habla de una recesión en las potencias, el negocio de lujo para Lvmh aumentó 17%”.

¿Quién quedará a la cabeza?
Alexandre, Frédéric, Jean, Delphine y Antoine Arnault, estos son los hijos del dueño del negocio mundial del lujo, y quienes han estado cada mes, este año, en los almuerzos de 90 minutos de papá Bernard.

Si fuera por edad, Delphine Arnault con 48 años es la hermana mayor quien desde enero es la cabeza de Christian Dior, luego viene Antonie de 45, CEO de Loro Piana, marca de ‘hiperlujo’ que casualmente es la usada por Kendall Roy en Succession.

En el sector se dice que Bernard se ha dedicado a formar a sus hijos para el mundo de los negocios aún cuando eran niños, contratando a profesores incluso de Insead de Francia o del London School of Economics para servir de tutores aún cuando eran adolescentes.

Por eso los otros hijos más jóvenes también ya están al frente de grandes negocios de Lvmh. Alexandre de 30 años es el vicepresidente ejecutivo de Tiffany, y jefe de sus caras de marca como Gal Gadot pero también de la estrategia comercial de joyería y perfumería.

Luego viene Frédéric, con 28 años ya es el director de Tag Heuer, el gigante de la relojería de lujo; mientras que con 24 está el menor Jean Arnault, cabeza de marketing de la unidad de relojes de Lvmh. El mercado apuesta por los dos mayores aunque Bernard dijo que “en cuanto a la sucesión, también habrán notado que la edad de jubilación, que está muy de moda, se ha extendido”.