La llamada Biden-Putin no es concluyente debido a las tensiones que hay en Ucrania

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, intentó enviar un ultimátum a Vladimir Putin sobre las consecuencias de cualquier invasión de Ucrania en una conversación de una hora que dejó a ambas partes en un callejón sin salida y las intenciones de Rusia sin aclarar.

Biden advirtió a su homólogo en Moscú que Rusia enfrentaría “costos severos”. Por su parte, el líder ruso acusó a Estados Unidos de no brindarle las garantías de seguridad que necesita para retroceder.

El Kremlin caracterizó las conversaciones como formales y equilibradas. Las sesiones informativas de ambas partes se limitaron a puntos de conversación familiares, proporcionando pocas pistas sobre hacia dónde van las cosas a partir de aquí.

Biden le dijo a Putin durante la conversación, su primer intercambio directo desde fines de diciembre, que Estados Unidos sigue listo para encontrar una solución diplomática a las tensiones sobre la acumulación militar de Rusia cerca de la frontera con Ucrania. Estados Unidos ha intensificado su retórica, pidiendo a los estadounidenses que abandonen Ucrania y dejando en claro que no enviará tropas.

Los funcionarios estadounidenses continúan diciendo que no conocen las intenciones finales de Putin. Aún así, un alto funcionario de la administración, hablando después de la llamada del sábado, dijo que había una clara posibilidad de que Rusia pudiera proceder con una acción militar y que no había habido un cambio fundamental en esa opinión.

Las conversaciones tuvieron lugar en una atmósfera de "histeria sin precedentes por parte de los funcionarios estadounidenses sobre la supuesta invasión inminente de Rusia a Ucrania", dijo a los periodistas el asesor de política exterior del Kremlin, Yuri Ushakov. Putin le dijo a Biden que las respuestas de Estados Unidos a sus demandas de garantías de seguridad no abordan las preocupaciones clave del Kremlin sobre evitar una mayor expansión de la OTAN, dijo Ushakov.