La marca propia ganó participación en América Latina durante 2020 por la pandemia
jueves, 1 de abril de 2021
Uruguay fue el país donde la marca blanca tuvo mayor participación: tuvo una variación de 45,3% respecto a 2019. En total creció 1,3 puntos porcentuales
Juan Francisco Campuzano Vélez
Uno de los grandes impactos que tuvo la pandemia del covid-19 sobre la economía de América Latina está relacionado con que los ciudadanos, en general, buscaron ahorrar en gastos varios, pues aumentó la incertidumbre y el panorama laboral era cada vez más complejo. Una forma de hacerlo fue a través de la canasta básica, lo que generó un incremento en el consumo de las marcas propias o blancas, según un informe de NielsenIQ.
Vale la pena destacar que dentro del top de productos con más peso en las marcas blancas en 2020 para Latinoamérica también están el papel higiénico en México, Brasil, Argentina y Centroamérica; así como los desodorantes, enjuagues bucales y pañales para niños en Venezuela.
En Colombia, las bienes con mayor participación en las marcas blancas son leche larga vida, con 8%; aceites líquidos, que tuvieron una caída de 0,2%, y arroz, con 27,2%. El peso que las marcas propias tuvieron para el mercado de bienes básicos en el país fue de 17%, y contando los ‘discounters’ esta participación aumenta a 32%.
Ahora bien, si se mira por país, los datos reportados por NielsenIQ permiten concluir que Uruguay fue el país de la región que más crecimiento tuvo en compras de bienes de marca propia respecto a 2019. Esta economía registró un total de 1,3 puntos porcentuales de crecimiento o una variación de 45,3% durante el año.
En promedio, marzo fue el mes en el que se realizaron más compras de bienes de marcas propias en la región, con un pico en Colombia de hasta 131,1% para la semana 12, respecto a 2019. Para el final del año, las ventas de artículos de marcas propias crecieron un poco más de 10%, en comparación con la primera semana del mismo año para toda Latinoamérica.
NielsenIQ predice que para este año se robustecerá la promesa de valor y la inclusión en más segmentos premium, resaltando que la marca propia no solo se fundamenta en precios bajos, sino incluso en otros beneficios. Además, se verá un mayor foco en productos de la canasta básica y en la comunicación sobre la procedencia de la marca.