La organización electoral de Venezuela está diseñada para confundir a los votantes
viernes, 19 de julio de 2024
El presidente Nicolás Maduro busca un tercer mandato, pero las encuestas de opinión lo muestran en desventaja de 20 puntos frente al candidato opositor, el exembajador Edmundo González
Reuters
Las decisiones organizativas de las autoridades electorales de Venezuela, desde los testigos en los colegios electorales hasta la distribución de mesas por centro, se han tomado con la intención de confundir a los votantes y crear obstáculos para la elección del 28 de julio, dijeron opositores y analistas.
El presidente Nicolás Maduro busca un tercer mandato, pero las encuestas de opinión lo muestran en desventaja de 20 puntos frente al candidato opositor, el exembajador Edmundo González.
Maduro, cuya reelección de 2018 fue considerada fraudulenta por Estados Unidos y otros países, ha dicho que el sistema electoral venezolano es el más transparente del mundo y ha acusado a la oposición de plantear denunciar fraude y sembrar "caos y violencia".
Pero la oposición y grupos de defensa de los votantes dijeron que las decisiones logísticas del Consejo Nacional Electoral (CNE) podrían obstaculizar el libre acceso al voto de los 21,3 millones de personas registrados para sufragar en el país.
"La intención es muy clara y debe ser rechazada rotundamente: quieren manipular y torcer el deseo de cambio de la gran mayoría", dijo en su cuenta de X en junio Andrés Caleca, exfuncionario del CNE y que fue candidato de las primarias de la oposición en octubre.
De los casi 15.600 colegios electorales en todo el país, al menos 8.000 tendrán una sola urna, frente a los 6.800 de centros con una única mesa de la contienda presidencial de 2018, según cifras oficiales.
Por la acumulación de votantes, esos lugares se consideran más difíciles de monitorear para detectar posibles fraudes, según la ONG regional Transparencia Electoral.
El uso de urnas individuales también puede ralentizar el proceso de votación y provocar filas más largas, ha afirmado la oposición. Alrededor de 3,9 millones de personas votarán en centros de urnas únicas.
En las redes sociales, algunos votantes han dicho que su lugar de votación ha sido cambiado a otro estado, en algunos casos lejos de su hogar.
"La ingeniería electoral parece diseñada para (...) la congregación de votantes en un solo centro de una sola mesa", dijo John Magdaleno, director de la firma consultora Polity, con sede en Venezuela. "Toda autocracia intenta alterar los términos en que se da una, entre comillas, competencia electoral introduciendo más incertidumbre", dijo.
"Más incertidumbre le conviene el régimen autoritario", agregó el analista.
El Ministerio de Información y el CNE no respondieron a solicitudes de comentarios. Maduro ha negado repetidamente las acusaciones de ser autoritario.
El diseño de la boleta que aparece en la máquina electrónica donde se vota, que presenta una foto de cada candidato encima del logo del partido por el que se postula, también fue criticado cuando se publicó en abril.
Las fotos de Maduro, que se presenta por 13 partidos, ocupan toda la primera línea y parte de la segunda, mientras que los otros 10 candidatos están dispersos por la papeleta. González se presentará como candidato por tres partidos.
La oposición también ha criticado un cambio de reglas por parte del CNE que sólo permite a los testigos electorales llevar a cabo sus funciones en el mismo colegio electoral donde votan, y ha dicho que la distribución de credenciales para los testigos y el personal de los colegios electorales ha sido lenta.
En mayo, Venezuela revocó una invitación a la Unión Europea para enviar observadores electorales, citando continuas sanciones que calificó de "coercitivas".
La UE dijo que lamentaba la decisión. Ha exhortado a realizar elecciones libres y justas, pero no ha comentado específicamente sobre decisiones individuales del CNE.
Un diplomático europeo, que habló bajo condición de anonimato, dijo que estaba consciente de las limitaciones del proceso electoral, y que esperaría el resultado de las elecciones.
Otros, entre ellos la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, un panel de expertos de la ONU y el Centro Carter, están ya en el país.
Mientras tanto, la diáspora venezolana de 7,7 millones de personas -muchos de los cuales han huido de la agitación económica de los años de Maduro- enfrentaron sus propios obstáculos electorales.
De los 4 millones de migrantes con derecho a votar, sólo 69.200 están registrados, según cifras oficiales.
El gobierno ha dicho que la falta de relaciones diplomáticas con países como Estados Unidos y Canadá significa que las embajadas allí están cerradas.
En Colombia y Perú, donde viven millones de venezolanos, la oposición dijo que a muchas personas se les pidió documentos innecesarios para registrarse o se cerraron los consulados. El Ministerio de Información no respondió a una consulta.