México

La pandemia impulsó mayor ocupación de mujeres en el campo y la industria

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Las ocupaciones han ido cambiando en cuestión de género a dos años del impacto de la pandemia en México

El Economista - Ciudad de México

Tras dos años de pandemia, el mercado laboral en México se ha reconfigurado con cambios que han implicado la incursión de las personas en otros sectores de la economía. Mientras las mujeres han encontrado mayores oportunidades en el sector agropecuario y en el industrial, los hombres se han empleado más en el de los servicios; en ambos casos, actividades con tradición de trabajo para el otro género.

De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) para el último trimestre del 2021, el trabajo de las mujeres en actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería aumentó 15% en dos años, mientras que en la industria creció 4,0%, con un mayor énfasis en la tareas de la áreas extractiva y de la electricidad, donde el avance particular fue de 8,9%.

En tanto, el mayor crecimiento de la ocupación para los hombres se concentró en el sector terciario, con un avance de 4,3%, con un repunte fuerte en actividades como los servicios profesionales, financieros, corporativos y sociales, renglones que registraron un aumento de hasta 16,7% en la participación masculina.

Y aunque los niveles de ocupación ya se encuentran por arriba de lo reportado antes de la pandemia, la tasa de participación laboral general se ubica en 59,7%, todavía por debajo del nivel reportado para finales de 2019, de 60.5 por ciento.

En el caso de los hombres, la participación en el mercado laboral cerró el año pasado en 76,4%, 0.8 puntos por debajo del comparativo previo a la emergencia sanitaria por la covid-19; la tasa de participación para las mujeres se reportó en un nivel de 44,7%, 0,7 puntos menos.

“En México, la tasa de participación de las mujeres es menor a la del promedio mundial (49%, OIT) y es incluso una de las más bajas en Latinoamérica, únicamente detrás de Guyana, Guatemala y Suriname. La Enoe al cuarto trimestre de 2021 muestra una brecha de más de 30 puntos porcentuales en este indicador”, destacó la organización México ¿Cómo Vamos? en un comunicado

Repercusiones laborales desproporcionadas

El impacto económico de la pandemia sigue afectando más a las mujeres. En el cuarto trimestre del 2021 hubo una tasa de desocupación general de 3,7%, 0,3 puntos por arriba de lo observado al cierre del 2019. Esto se traduce en que hay 217,985 personas más desempleadas que hace dos años, 55% de dicho grupo son mujeres.

De esta manera, la tasa de desocupación femenina cerró el año en 3,8%, 0,4 puntos por arriba del comparativo con los datos previos a la emergencia sanitaria; la masculina fue de 3,6%, 0,2 punto superior.

“Sabemos que la situación de las mujeres es preocupante, salieron en números importantes de su puesto de trabajo durante la crisis y por lo pronto todavía no han regresado en el mismo en el mismo nivel, un gran número no ha regresado. Ese es un elemento de preocupación”, expresó Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en conversación con El Economista.

En tanto, los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que en general el 2021 cerró con un poco más de 1,2 millones de personas en una ocupación por encima de lo reportado antes de la pandemia. De cada 10 de empleos adicionales, siete han sido para hombres y tres para mujeres. Además, 55% de las plazas se centraron en la formalidad y 45% en la informalidad.

Al mirar la condición de los empleos por género, también el comportamiento ha sido diferente. Mientras la mayoría de la ocupación adicional masculina ha sido en la informalidad, la femenina se ha concentrado en el mercado laboral formal.

“Se calcula que las repercusiones desproporcionadas de la pandemia sobre el empleo femenino se reducirán en todo el mundo en los próximos años, pero se prevé que siga existiendo una brecha considerable. La disparidad es más acusada en los países de ingresos medianos altos, donde se prevé que la tasa de empleo de las mujeres en 2022 sea 1,8 puntos porcentuales inferior a la de 2019, frente a una diferencia de solo 1.6 puntos porcentuales en el caso de los hombres, a pesar de que, para empezar, las mujeres tienen una tasa de empleo de 16 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres”, alertó la OIT.

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