La petrolera ecuatoriana Petroecuador declaró fuerza mayor sobre sus operaciones
viernes, 4 de julio de 2025
La estatal informó además que comenzó a cerrar algunos de los pozos petroleros en la región amazónica ante la falta de transporte para mover el crudo
Reuters
La petrolera estatal ecuatoriana Petroecuador dijo el jueves que declaró fuerza mayor sobre todas sus operaciones, que incluye las exportaciones de crudo, tras la suspensión del bombeo de los dos oleoductos y una caída en la producción petrolera del país andino.
Los oleoductos estatal SOTE y de crudos pesados OCP suspendieron las operaciones de bombeo de manera preventiva esta semana para proteger su infraestructura de los efectos de las intensas lluvias, que aceleraron una erosión regresiva en la provincia amazónica de Napo.
"Se ha decidió declarar la fuerza mayor para poder actuar con las herramientas necesarias" para atender la situación, dijo Leonard Bruns, gerente general de Petroecuador, en conferencia de prensa.
La estatal informó además que comenzó a cerrar algunos de los pozos petroleros en la región amazónica ante la falta de transporte para mover el crudo.
La producción de crudo de Ecuador registró una caída a 332.128 barriles diarios (bpd) desde los 464.634 bpd que registró el lunes antes del incidente, según un informe de la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos publicado el jueves.
El fenómeno de la erosión regresiva comenzó en el 2020 en el río Coca, pero ha ido avanzando hasta afectar a otros ríos y dañar la infraestructura petrolera y la red vial del país. Además, está amenazando a las obras de captación de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, las más grande del país sudamericano.
Las autoridades dijeron que están construyendo un bypass en cada una de las tuberías para poder retomar el bombeo de manera segura, pero no han señalado una fecha. El Gobierno autorizó estudios para la construcción de variantes definitivas en ambos oleoductos, a fin de reubicarlos en la zona afectada por el fenómeno natural.
Las centrales hidroeléctricas del país también se han visto afectadas por las fuertes lluvias en varias zonas del país, por lo que el Gobierno decidió suspender la operación en ocho represas de manera preventiva, incluida Coca Codo Sinclair, que juntas suman unos 1.200 megavatios, por una afectación en la calidad del agua de los ríos que las abastecen.
"Tuvimos que detener el funcionamiento de ocho hidroeléctricas esperando que la cantidad de lluvia disminuya y de esa manera volver a poner en servicio", dijo el ministro de Energía encargado, Guilhermo Ferreira, a periodistas, garantizando que la demanda de energía está cubierta y no habrá racionamientos de energía.