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La Polar: institucionales aprobarían reestructuración financiera pero sujeta a estrictos compromisos

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Aunque el hecho de que el bono convertible propuesto por La Polar tenga un vencimiento único al año 2113 haya causado sorpresa entre los acreedores, lo cierto es que varios de ellos señalan que es “una anécdota más” dentro de la relación que han mantenido con el retailer.

Esto porque una vez que se destapó el mayor fraude en la historia del mercado de valores local, según señalan fuentes de AFP, las expectativas de recuperación de las acreencias fue prácticamente igual a cero. Y parte de esto se fundamenta, agregan, en que los términos de pago de las obligaciones contenidas en el convenio judicial preventivo fueron “demasiado estrictas, pero considerando el escenario en el que estábamos, no habríamos aprobado menos”, comentó un ejecutivo.

Y a pesar de las bajas expectativas que aún mantienen algunos acreedores institucionales, lo cierto es que existe la voluntad de negociar. “El escenario no tiene más vuelta: si se rechaza el plan, La Polar muere y se hace la pérdida. Pero si se aprueba, da la posibilidad de recuperar algo en el mediano plazo”, comentan desde un banco.

Las condiciones
En otro punto que coinciden todos los ejecutivos consultados es en que la negociación no va a ser fácil. Esto porque además de que se trata de una compañía no consolidada, se suma el que para aprobar un bono convertible, sin intereses y una única amortización a 99 años, se van a exigir varios compromisos por parte de la administración y directorio. Primero, y la más importante, es aplicar la estrategia que sea necesaria para aumentar de forma relevante sus ventas por metro cuadrado, ya que es justamente el hecho de que sí genera flujo, lo que hace que no la dejen caer.

Después, se deberán tomar medidas para incrementar la eficiencia y una mejora en la gestión de costos.

Acción en picada
A pesar de que los principales mercados mundiales terminaron la jornada con cifras positivas, el IPSA cerró con un retroceso de 0,35%. Y el factor que explica este desalineamiento fue, justamente, la acción de La Polar.

Los títulos cayeron más de 15% ayer. La baja se produjo un día después del anuncio de la firma del plan de reestructuración, que involucra un aumento de capital por hasta US$ 180 millones a los actuales tenedores de bonos en la próxima junta de bonistas que se realizará el 2 de julio.

La operación incluye la emisión de entre un millón y 1,2 millón de acciones, lo que representa entre 100% y 122% de los títulos actuales.

De esta forma, si es que los actuales accionistas no fueran al aumento de capital, la dilución sería por un 50% de lo que hoy tienen, quedando a un número semejante a lo que vale la compañía hoy en el mercado, unos US$ 77,4 millones. Pero, al transformar la deuda en capital, aumentará el patrimonio de la compañía. Además, los acreedores podrían entrar a la propiedad del retailer, canjeando su bono por papeles, quedándose con hasta un 50% de La Polar, si los actuales accionistas no acuden.

"Si no hay consenso sería desastroso"
La abogada Bárbara Salinas, que representa a unos 400 accionistas minoritarios de La Polar, comenta que sus representados están expectantes a cómo se desarrollen las diversas juntas de los próximas semanas. En todo caso, reconoce que "se requiere una reestructuración del pasivo", por lo que el plan de la administración iría por buen camino, e incluso estarían aceptando la dilución que vendría al capitalizar la deuda.

Desmarcándose de otros stakeholders, Salinas señala que sus representados siguen creyendo en la administración y "tienen esperanza de que se podrá implementar el plan de crecimiento".

Así, lo que buscarían finalmente sería que el valor de la compañía suba y se vislumbre cuándo podría haber dividendos.

Por lo mismo, Salinas comenta que es necesario encontrar consenso entre los accionistas y acreedores para lograr encaminar el retailer. "Si no hay consenso sería desastroso para todos. Hay que tener una mirada más amplia", asegura.