Globoeconomía

La postura anti-FMI de Argentina queda en el olvido cuando hay dinero en juego

Bloomberg

A la hora de conseguir más dólares, la presidente Cristina Fernández de Kirchner está más que dispuesta a cumplir con el Fondo Monetario Internacional.

Argentina, censurada por el FMI por informar cifras de inflación inferiores a las reales hace menos de tres meses tras tres advertencias en los últimos dos años, la semana pasada autorizó el depósito de US$400 millones en el prestamista con sede en Washington para facilitar el acceso del país a los fondos de emergencia.

La medida ampliará los derechos especiales de giro de Argentina, que actualmente llegan a un total de US$3.200 millones, y se produce en momentos en que las reservas, la principal fuente de Fernández para pagos de bonos, cayeron al nivel más bajo en seis años de US$39.800 millones.

Fernández, que también criticó al FMI por causar la suspensión de pagos récord del país por US$95.000 en 2001, utiliza al banco para reforzar sus reservas cada vez más limitadas de dólares en tanto una disputa legal de una década con los acreedores que no entraron al canje de bonos y su creciente influencia en la economía dejan a Argentina en el lugar del país menos solvente del mundo sobre la base de la negociación de permutas. Argentina no vende bonos en el ámbito internacional en más de una década.