La puja entre las ciudades del Nafta para ser sede de la Copa Mundial de Fútbol 2026
sábado, 4 de diciembre de 2021
La Fifa tiene estipulado que 10 partidos se disputarán entre Canadá y México, que comparten la organización de la cita con EE.UU.
Mauricio Zuluaga
Por estos días, Canadá respira más fútbol de lo normal. Al tiempo que por primera vez la selección masculina de mayores lidera la tabla de calificaciones de la Concacaf, y se acerca la confirmación de su participación en la Copa del Mundo Qatar 2022, la Fifa acaba de terminar su inspección a las ciudades y estadios que, por este país, aspiran a ser sede de la Copa del Mundo de 2026, que también tendrá a México y Estados Unidos como países anfitriones.
El listado inicial de 23 candidatas, presentado en 2019, tan solo ha tenido una variación, y es la salida por voluntad propia de Montreal. En julio de este año el gobierno de Quebec, provincia donde está ubicada esa ciudad, argumentó que no usaría el dinero de los contribuyentes para financiar las obras requeridas.
Tras dicho retiro, Vancouver, sede de la final de la Copa Mundial femenina en 2015, expresó su intención de ser considerada, pese a que en un principio había dicho no estar interesada. Sin embargo, su petición no fue acogida.
“Por ahora estamos con los jugadores que tenemos, no con los que no están en el equipo", manifestó Víctor Montagliani, vicepresidente de la Fifa, en medio de la verificación de los escenarios canadienses.
Lo anterior deja a Edmonton, en Alberta, y a Toronto, en Ontario, como las únicas opciones de Canadá para ser sede del evento futbolístico más importante del globo.
A estas se suman Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, representando a México, mientras que 17 urbes de los Estados Unidos, entre ellas Nueva York, Washington, Miami y Los Ángeles, aspiran a quedar en el listado final de 16 ciudades que se dará a conocer en el primer semestre del próximo año.
Si se combinara el PIB de las 22 aspirantes, este alcanzaría una cifra global cercana a los US$6 billones, equiparando a la tercera economía del mundo, Japón.
El plan de la Fifa para el mundial de 2026, el primero con 48 selecciones en competencia, es que tanto Canadá como México alberguen 10 juegos cada uno. Los 60 juegos restantes se desarrollarían en los Estados Unidos. Tras los comentarios hechos por la Fifa al término de su visita a las potenciales sedes, se asume que no habrá inconvenientes para las ciudades canadienses ni para las mexicanas; sin embargo, no se descarta que algunas de estas salgan y entren otras de los Estados Unidos, sin que esto afecte el número de partidos ya comprometidos para los países.
Lo que está en juego en materia de promoción y generación de ingresos no es poco. Solo para el caso de Toronto los cálculos oficiales estiman que, de ser elegida como sede de la Copa del Mundo, se generarían beneficios económicos por más de US$330 millones para toda el área metropolitana, equivalentes al 7% de su PIB. Y aunque aún no ha sido revelado el monto de la inversión requerida en infraestructura, se cree que sería bajo en comparación con el retorno esperado.
“No habríamos presentado una oferta si no hubiera sido por nuestra firme convicción y compromiso de asegurarnos de que se haga de una manera financieramente prudente. La gente verá que este no es uno de esos eventos que les impondrán una carga excesiva”, aseguró John Tory, alcalde de Toronto.
Y es que en materia de inversión, los esfuerzos son compartidos.
Por ejemplo, la empresa privada, en cabeza del Banco de Montreal, BMO, se encargaría de la ampliación del estadio, cuya capacidad se extendería de 30.000 a 45.000 asistentes. Este escenario, junto al de Edmonton, ha sido la casa de la selección canadiense en su camino a Qatar, en el cual hoy se encuentra con 16 puntos, uno más que Estados Unidos, y dos por encima de México. De ahí que el ambiente de fútbol que se vive en el país donde nació el baloncesto, y en que el hockey es el deporte más popular, comienza a ser el propicio para organizar una Copa del Mundo.
Este será el tercer Mundial organizado por México, el segundo por Estados Unidos, y el primero para Canadá. Sin embargo, ya en 1982 este país se había postulado ante la Fifa para ser sede del mundial de 1986, originalmente otorgado a Colombia, y al cual el país renunció argumentando razones económicas. En esa ocasión, la candidatura aceptada fue la de México, dado que contaba con la infraestructura mundialista de 1970. 40 años después llegará la oportunidad esperada por los canadienses.