La UE, pendiente de la minicumbre informal de Grecia
jueves, 19 de marzo de 2015
Ripe
Tanto, que cuando acabe la cumbre oficial, empezará una minicumbre informal entre Alemania, Francia, Grecia, la Comisión Europea, el BCE y el Eurogrupo para tratar de encauzar una solución al problema griego. No habrá soluciones definitivas, especialmente por aquello de guardar las formas, pero sí podrían trazarse las líneas maestras sobre las que fraguarse una solución. Estas son las cuestiones básicas a tener en cuenta hoy.
Las seis preguntas clave:
¿Quién se reúne en Bruselas y para qué?
Los 28 jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea. En la agenda: política de vecindad con los países del Este, la crisis de Ucrania y la unión energética. La cumbre se prolongará hasta mañana.
¿Y de Grecia no hablan?
Grecia no está en la agenda oficial, pero está en el pensamiento de todos. De hecho, cuando hoy acabe la cumbre formal, comenzará una minicumbre sobre la crisis griega. La ha organizado Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, a petición de Alexis Tsipras, primer ministro griego, y acudirán también Angela Merkel, canciller alemana; François Hollande, presidente francés; Mario Draghi, presidente del BCE; Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea y Jeroen Dijsselbloem, presidente de los ministros de Finanzas del euro (Eurogrupo). Se habla de las 22 horas como hora de comienzo, pero todo dependerá de la cumbre oficial. En esta reunión los líderes europeos tratarán de encauzar una solución, o, como mínimo, trazar sus líneas maestras. Pero aunque sea para guardar las formas, Merkel ya ha dicho que no habrá ninguna solución definitiva. El cauce oficial para tomar decisiones es el Eurogrupo, donde están representados todos los socios del euro, que también han aportado su parte de los 240.000 millones de euros del rescate griego.
¿Qué problema hay con Grecia?
A corto plazo, Grecia tiene serios problemas de liquidez y para evitar un impago de su deuda soberana y/o de salarios y servicios públicos necesita bien el apoyo financiero de sus socios de la zona euro bien el del BCE. Pero para activar alguna de estas dos soluciones, los socios del euro y Draghi necesitan ver progresos relevantes en una agenda de reformas que permita cumplir con los objetivos del programa de rescate actual. Y ahí empiezan los problemas: las reformas que exigen los socios europeos son prácticamente las mismas que ha repudiado la coalición de Gobierno griega (la izquierda radical de Syriza y la derecha ultranacionalista de ANEL) desde que llegó al poder el 26 de enero. Pero según reconocen fuentes diplomáticas, algunos poderes de la UE empiezan a plantearse si este desajuste de liquidez a corto plazo no es solamente el síntoma de otro problema de mayor calado: el encaje de Grecia y el programa de Syriza dentro de la zona euro.
¿Pero no hubo un acuerdo entre Grecia y el resto del Eurogrupo sobre una lista de reformas?
Sí, pero no. El 20 de febrero los ministros de Finanzas de la zona euro llegaron a un acuerdo en el que Grecia se comprometía a no tomar decisiones unilaterales que pudieran poner en peligro los objetivos del programa y a enviar una lista de reformas. La lista fue aprobada el martes 24 de febrero, pero se trataba simplemente de un listado provisional con medidas generales. Este tenía que ser analizado en detalle y concretado antes de finales de abril. De hecho, el documento firmado hablaba simplemente de "punto de partida válido" por parte de la troika (FMI, la Comisión Europea y el BCE). Tanto BCE como FMI se mostraron escépticos con que esa lista fuera realmente suficiente para cumplir con los objetivos del programa y aseguraron que había que pulirla durante la negociación.
¿Y qué tal va la negociación?
Mal, no. Lo siguiente. No es que Grecia y la troika no se pongan de acuerdo en las medidas. Básicamente no están de acuerdo en el significado del acuerdo que firmaron el 20 de febrero. Por un lado, los técnicos de la Comisión, el FMI, el BCE y los negociadores del Eurogrupo acusan a Grecia de no respetar las normas y de incumplir los acuerdos del mes pasado. Por el otro, Tsipras es quien acusa a sus socios de no cumplirlas y su portavoz oficial afirmó que utilizarían la minicumbre de hoy para "clarificar" el significado de ese acuerdo. Desde un punto de vista menos esotérico, el Parlamento griego ha aprobado esta semana dos medidas (una amnistía fiscal y un paquete de medidas sociales para combatir la pobreza) sin consultar previamente su impacto financiero con la troika, algo a lo que, según los socios europeos, se había comprometido a hacer.
¿Y si no hay acuerdo?
Si Grecia no recibe ayuda financiera, acabará haciendo un impago. Esto podría obligar al BCE a cortar la liquidez de emergencia que ofrece en estos momentos a la banca griega, lo que, como mínimo, instauraría un corralito en los depósitos y cuentas corrientes de los ciudadanos griegos. A partir de entonces, sin acceso a la fuente de liquidez principal de la zona euro, que el Gobierno griego se quedara sin euros para pagar salarios y servicios públicos sería cuestión de tiempo. Cuando esto ocurriera, Atenas tendría que poner en circulación una divisa paralela o plantear una salida ordenada del euro.