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La Venezolana compró a colombiano derecho a venta de marcas chinas

El Mundo - Caracas

Según información suministrada por Luis Rodríguez, apoderado de la firma, la empresa habría adquirido los derechos de representación de tres marcas de carros después de haber hecho negocios con las casas matrices en China para la compra de un lote de unidades.

De acuerdo a la información suministrada por Rodríguez, estos derechos de representación exclusiva fueron propiedad de un ciudadano de nacionalidad colombiana que los habría negociado con Jhon Quiroz, quien apenas asumió como socio mayoritario y presidente de  La Venezolana a mediados de noviembre de 2013, según consta en documentos de registro mercantil de la empresa. 

“El colombiano, Ramón Briceño, vicepresidente del concesionario, y Angelis Quiroz, socia de la empresa, viajaron a China a concretar la operación de traspaso de la representación con las casa matrices. Allá cerraron la negociación”, comentó Rodríguez. 

No obstante, documentos dados a conocer por la propia empresa señalan que los acuerdos con las empresas chinas se firmaron antes de que Jhon Quiroz entrara a presidir la empresa. 

De hecho, la negociación con la marca Brillance se realizó el 1° de noviembre de 2013, mientras que con Kawei y Zotye los acuerdos se firmaron el 18 y 21 de octubre de ese año, respectivamente. 

Más inconsistencias

Las inconsistencias en las fechas en las cuales se convino que La Venezolana fungiera como representante exclusivo de las tres productoras asiáticas es si se quiere un problema menor. Mucho más grave resulta el hecho de que la empresa hubiese negociado la compra de vehículos aun sin tener el aval de las marcas, lo que en teoría significaría que no estaría obligada a prestar servicios de posventa pues apenas era un intermediario en la venta.  

De acuerdo con las planillas pro forma emitidas por cada una de los tres fabricantes chinos, a finales de septiembre La Venezolana pactó con Kawei la compra de 400 autos, cifra de unidades similar a la que convino en adquirir a Brillance; mientras que con Zotye se negoció la adquisición de 300 unidades. 

Esta negociaciones involucraban cerca de US$12 millones, monto que a no podría respaldar con el capital accionario de la empresa (100 millones de bolívares), tomando en cuenta que la corporación no solicitó dólares oficiales a través de Cadivi o Sicad I, por lo que debía acudir al mercado paralelo para formalizar la compra de las divisas requeridas para la transacción. 

“Es un negocio que estaba en pleno desarrollo al momento de la intervención”, destaca el abogado Rodríguez, quien insiste en que la empresa está dispuesta a dar a conocer los detalles de las negociaciones y a cumplir con lo pactados con sus clientes.