Las elecciones anticipadas en España podrían afectar la agenda de la Unión Europea

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que disolverá el parlamento y convocará elecciones anticipadas para el 23 de julio después de que su partido socialista sufriera fuertes pérdidas en las elecciones regionales y locales del domingo.

La decisión de Sánchez de adelantar elecciones generales que no se esperan hasta diciembre parece una táctica para arrebatarle la iniciativa a sus oponentes conservadores después de ver su apoyo afectado por una inflación de alimentos casi récord y un intento fallido de endurecer las sentencias para los violadores.

El momento de la votación aumentará la presión sobre los socios de coalición de izquierda de Sánchez que han estado luchando para resolver una disputa sobre si pueden unirse bajo una sola bandera.

El Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijoo, acompañado en algunos lugares por el ultraderechista Vox, controlará ocho de las 12 regiones que estaban en juego en la votación del fin de semana, incluidos los líderes Madrid y Valencia. Históricamente, el partido que gana la elección local tiende a ganar el voto nacional.

Sánchez dijo que España necesita “aclaración” de los votantes sobre hacia dónde debe dirigirse el gobierno y quién debe liderarlo. “Lo mejor es que el pueblo español tenga la palabra y decida sin demora el rumbo político del país”, indicó.

El resultado del domingo sugiere que el PP partirá como favorito para ganar las elecciones en julio, pero la compleja dinámica de construcción de coaliciones en España significa que puede ser difícil para él formar una mayoría.

“A la izquierda le fue muy mal y eso significa que las perspectivas de otra coalición de izquierda son mucho más escasas ahora”, dijo Federico Santi, analista senior de Eurasia Group.

Implicaciones para la UE

España está programada para asumir la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea en menos de un mes, el 1 de julio, lo que significa que Madrid será responsable de impulsar el proceso legislativo del bloque para el próximo semestre. Los analistas comentan que si Sánchez perdiera podría significar tiempo adicional perdido para la transición.

“La capacidad de España para supervisar la presidencia y dirigir expedientes clave se verá severamente restringida”, dijo Federico Santi, analista senior de Eurasia Group. “El primer mes se perderá con un gobierno cojo a cargo, y probablemente gran parte de agosto, septiembre y octubre cuando el nuevo gobierno asuma y encuentre su equilibrio”.

El país que ocupa la presidencia de la UE preside las reuniones del consejo donde se guía la política sobre temas que pueden ir desde la reforma del mercado eléctrico hasta la implementación del ambicioso acuerdo verde del bloque. Esto hace que el país de la presidencia sea responsable de intentar que los 27 estados miembros cooperen en temas delicados.

Uno de los temas pendientes será la reforma de las reglas fiscales de la UE, según Jacob Kirkegaard, investigador principal del German Marshall Fund. “No solo está jugando con su propia vida política, sino que también está apostando mucho por la capacidad de España para influir en la agenda más amplia de la UE”, concluyó.