Las tambaleantes existencias de marihuana ponen a prueba a Wall Street en 2024

Los argumentos a favor de invertir en empresas de cannabis son, en teoría, los más sólidos que jamás hayan existido. Las tiendas de marihuana están apareciendo en las esquinas de todo Estados Unidos a un ritmo frenético, mientras que las elecciones presidenciales de 2024 ofrecen un impulso para la reforma de las drogas.

Y, sin embargo, las acciones subyacentes de la industria se tambalean, e incluso los alcistas se están cansando de esperar. Un índice que sigue las acciones de 100 empresas relacionadas con la marihuana ha caído más del 15% en lo que va del año, después de tocar un mínimo histórico en octubre.

“Desafortunadamente, los fundamentos no importan mucho”, dijo Dan Ahrens, director gerente de Advisorshares Investments LLC. "Lo volverán a hacer, pero ahora mismo estas empresas y los precios de sus acciones están extremadamente ligados a la reforma federal".

Aunque 24 estados, dos territorios y Washington DC han legalizado la marihuana para uso recreativo, la planta sigue siendo una sustancia de Lista I en un base federal, en el mismo nivel que la heroína y el LSD. La despenalización federal ha sido un objetivo entre los demócratas, aunque ha habido relativamente pocos avances bajo la administración del presidente Joe Biden.

En Wall Street, es imposible pasar por alto la persistente burocracia. Debido al estatus de la marihuana, las empresas de cannabis pagan impuestos tan altos que les cuesta ganar suficiente dinero. Sus acciones (y los fondos cotizados en bolsa que las rastrean) también se mantienen en gran medida fuera de los principales mercados como la Bolsa de Valores de Nueva York, y en lugar de ello se negocian en el mostrador o en bolsas canadienses más pequeñas.

Eso prácticamente borró el optimismo entre los seleccionadores de acciones que esperaban que el progreso de la legitimación de la industria desencadenara una ganancia inesperada épica.

Los altibajos son claros en los precios de las acciones de marihuana a lo largo de los años: las acciones estadounidenses de Tilray Brands Inc. se cotizan a alrededor de 2 dólares cada una, una pequeña fracción de lo que valían en 2018, cuando las acciones alcanzaron un máximo de alrededor de 214 dólares.

Curaleaf Holdings Inc. ha eliminado aproximadamente 10 mil millones de dólares de valor para los accionistas desde un pico en 2021. Y Canopy Growth recurrió esta semana a planes para una división inversa de acciones de 1 por 10 en un intento desesperado por garantizar que las acciones se coticen a 1 dólar o más por acción.

Para Will Hershey, director ejecutivo y cofundador de Roundhill Financial Inc., es una decepción. Cuando lanzó un fondo cotizado en bolsa que rastrea las empresas de cannabis estadounidenses (ticker WEED) el año pasado, la perspectiva era que 2023 sería un mejor año para las acciones de marihuana debilitadas.

"La idea era que íbamos a lograr más avances de los que habíamos visto en el frente regulatorio", dijo. “Mientras estas empresas tengan que cotizar en las pequeñas bolsas canadienses y operar con regímenes fiscales realmente gravosos, la historia es menos interesante”.

Su fondo WEED alcanzó un mínimo histórico en agosto y se ha desplomado un 62% desde que comenzó a cotizar el 20 de abril de 2022.

Última esperanza

Por supuesto, todavía existe la posibilidad de que los demócratas renueven el empuje para reprogramar y despenalizar el cannabis, especialmente porque buscan a los votantes antes de la campaña de reelección de Biden en 2024.ganar

El próximo catalizador en el radar de los inversores es la posible reclasificación de la marihuana. Las acciones de marihuana registraron uno de sus mejores resultados semanales este año en septiembre después de que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos dijera que revisar su clasificación del cannabis, una medida adoptada tras un empujón del equipo de Biden.

"La reprogramación es un catalizador importante y fundamental que podría dar como resultado un mejor desempeño de las acciones", dijo Needham & El analista de Co. Matthew McGinley.

Por supuesto, cualquier acción de la DEA probablemente enfrentaría desafíos legales. E, incluso en un escenario que prevea una reclasificación y una reducción de impuestos, el impulso sería dispar, dijo Kris Inton, analista de Morningstar que cubre las empresas de cannabis.

Los operadores multiestatales son los que más tienen que ganar si se enfrentan a normas fiscales más suaves, desde Cresco Labs Inc. y Trulieve Cannabis Corp. hasta Green Thumb Industries Inc.. Las empresas canadienses más grandes, como Tilray, Canopy Growth y Cronos Group Inc., verían un menor impacto de reprogramación porque actualmente solo venden productos de THC en los EE. UU., dijo Inton.

Además, sería sólo un paso en la dirección correcta. La mayoría en Wall Street está de acuerdo en que, más allá de la reprogramación, se necesitaría tanto legislación (como la Ley Bancaria SAFER, que haría que los servicios bancarios y financieros sean más accesibles para la industria) como la legalización a nivel federal para que la industria florezca.

Sin embargo, la Ley Bancaria SAFER expirará si no se vota antes del final de la sesión legislativa en enero, lo que significa que tendría que reintroducirse una vez más. Cualquier acción rápida por parte del Congreso parece poco probable, ya que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, votó en contra de la reforma del cannabis en el pasado.

Ahrens, de Advisorshares, sigue apostando a que la reforma federal está en algún momento en el horizonte, señalando la expansión de los estados que han legalizado el cannabis para uso de adultos. Su ETF estadounidense centrado en el cannabis, apodado MSOS, ha bajado aproximadamente un 73% desde su lanzamiento en 2020.

"Creemos que está más cerca que nunca", dijo. "Pero también lo esperábamos hace unos dos años y medio o tres".