Ley de costos ahuyentaría más empresas hacia Colombia
jueves, 13 de febrero de 2014
Camilo Giraldo Gallo
Venezuela se convirtió en un territorio ‘miedoso’ para muchas empresas. No solo multinacionales han tenido que salir corriendo del país por decisión del régimen chavista, sino que además las condiciones del mercado han ahuyentado a muchos inversionistas, por lo que han desviado sus recursos a otras naciones de la región que resultan beneficiadas, como Colombia.
Sobre el declive de la industria venezolana solo hay datos hasta 2007, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó las últimas cifras del sector. Los datos muestran que entre 1999 y esa fecha se habían acabado alrededor de 36% de las empresas industriales. Desde ese momento no hay estudios serios al respecto, pero la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) calcula que en la actualidad esa cifra ya llegó a más de 40%.
“Con la aprobación en fecha reciente de una ley de costos y precios justos, el problema va a tender a agravarse. Esta nueva ley establece los márgenes de ganancia que pueden tener las industrias, de manera administrada. Eso no va a incentivar el crecimiento de la industria ni nuevas inversiones en ese sector. Algunos inversionistas entienden que sería preferible cerrar las actividades para no tener que ir a la cárcel”, dijo Eduardo Garmendia, presidente de Conindustria, quien añadió que de continuar así, en 10 años podrían perder 15% o 20% más empresas.
Varias de las firmas que han migrado son colombianas. Hay casos como el del Grupo Éxito, que se llevó sus inversiones a Uruguay para comprar las marcas Disco y Devoto por US$746 millones en 2011; también están Argos y Davivienda, que enfocaron sus compras en Centroamérica.
Otras compañías han tenido que sacar sus inversiones y trasladarlas a Colombia u otros países de la región. Owens Illinois (OI), que en Colombia tiene su filial Peldar, salió en 2010 porque el gobierno la expropió y rebautizó como Venevidrio. El Banco Santander, salió en 2008 tras la compra del Banco de Venezuela por parte de Hugo Chávez con una acuerdo de US$1.050 millones. En 2007, tras su expropiación ExxonMobil exigió una indeminzación de US$10.000 millones pero finalmente recibió solo US$908 millones.
Lo que Colombia ha ganado
Mientras que el tejido empresarial y los consumidores venezolanos están sufriendo por cuenta de la política económica del gobierno chavista, el mercado nacional ha podido sacarle provecho a la llegada de los inversionistas.
Un ejemplo de esto se da con Alimentos Polar, empresa que a pesar de que lleva más de 15 años de presencia en Colombia ha empezado a exportar productos desde acá y cada vez menos desde Venezuela. Otras como Locatel y Farmatodo, del retail farmacéutico, han concentrado su expansión en Colombia. La primera, que llegó hace nueve años, ya tiene presencia en Bogotá, Cali y Barranquilla con 11 tiendas. La otra llegó en 2009 al país y ya cuenta con 32 puntos de venta.
“Hay también una importante migración de inversionistas venezolanos a Colombia y todo Latinoamérica. Aunque no son muchas las franquicias de ese país, sí hay inmigrantes que han traído su dinero a negocios como las lavanderías 5aSec, restaurantes Subway o centros estéticos como Pulzazione”, aseguró Jorge Andrés Orozco, director de Másfranquicias.
Además de estas, empresarios como Alberto Ravell, uno de los fundadores de Globovisión, vino a Colombia y abrió el canal Cable Noticias. Como él han llegado empresas como Dipromuro, que distribuye carros; la petrolera Suelopetrol; Perfumes Factory, y los restaurantes Piccola Venezia, Ciboulette, Positano y Budare’s, entre otros.
Lo que Colombia está perdiendo
Los dos sectores que más están sufriendo por cuenta de las restricciones económicas en Venezuela son el aéreo y el automotriz. El primero por cuenta de las demoras en los pagos de las divisas por parte de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) y el segundo por la caída de las ventas de vehículos en ese mercado, uno de los principales destinos para las ensambladoras.
“Un país donde no hay divisas, con una inflación desbordada y con escasez de productos se genera una sociedad donde tener empresas no es sostenible a largo plazo”, afirmó José Manuel Restrepo, rector del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa).
Las deudas de Cadivi con las aerolíneas asciende a US$3.300 millones, y las más afectadas son Copa, Avianca, LAN, American Airlines y Air France, entre otras.
Una de las marcas colombianas más importantes con presencia en Venezuela, Mario Hernández, relata que desde hace dos años no ha recibido ningún pago y que en la actualidad le adeudan US$3 millones.
“Estamos es agotando inventario, porque sí no hay dólares no se puede llevar mercancía. Estoy trabajando con el gobierno venezolano a ver si fabricamos calzado, pero para eso toca que me dejen importar materias primas al precio que es”, afirmó Mario Hernández, dueño de la firma.
Las perspectivas de los industriales son pesimistas
La situación en Venezuela no mejorará en el futuro inmediato, según los industriales de ese país. En una encuesta adelantada por la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), 49,4% de ellos dijeron que el comportamiento de su actividad en el primer semestre de 2014 disminuiría, mientras que 31,6% dijo que se mantendría igual. Además de esto, 53,2% de ellos reportó que las inversiones para la capacidad productiva en 2013 fue menor y 31,2% aseguró que siguió igual. Pero el dato que más dice fue que 100% de los consultados dijo que el clima para inversiones es negativo.
Las opiniones
Eduardo Garmendia
Presidente de Conindustria
“Eso no va a incentivar el crecimiento de la industria. Los inversionistas entienden que sería preferible cerrar para no ir a la cárcel”.
Mario Hernández
Presidente de Mario Hernández
“Estoy trabajando con el Gobierno a ver si fabricamos calzado, pero para eso toca que me dejen importar materias primas al precio que es”.
José Manuel Restrepo
Rector del Cesa
“Donde no hay divisas, con una inflación desbordada y con escasez de productos, se genera una sociedad donde tener empresas no es sostenible”.