Energía

Libia, Irán y política de recortes de los países Opep llevaron el petróleo a US$71

Un portavoz del Ministerio de Salud en Trípoli, capital de Libia, indicó que el recrudecimiento de la guerra dejó un saldo de 25 víctimas fatales.

Johnny Giraldo López

Las perspectivas de los analistas respecto al precio del petróleo al cierre del año pasado no eran optimistas, pues Estados Unidos cerró con una producción récord de 12,2 millones de barriles diarios y otras naciones como Rusia le siguieron el ritmo con 11,1 millones de barriles sin dar muestras de desaceleración. A pesar de esta significativa oferta de crudo, el fin de semana el Brent rozó los US$70 y ayer completó su precio más alto en cinco meses (desde noviembre de 2018) cuando cerró en US$71,1, un incremento de 0,76 centavos de dólar o un 1,1%. En el caso del WTI, ganó US$1,32 o 2,1% a US$64,40 el barril.

Las razones de este incremento se resumen en dos hechos: el mantenimiento de la política de recortes de la Opep, que se esperaba que sus países miembros se reunieran esta semana, cita que fue postergada para junio; y la escasez en la oferta de crudos pesados de tres países productores (de cuotas importantes) como lo son: Libia (más de 900.000 barriles por día), que enfrenta combates; y las sanciones de EE.UU. a Irán (3,5 millones bpd en promedio) y Venezuela (1,3 millones bpd en promedio).

“Los acuerdos entre la Opep y Rusia obtuvieron resultados positivos. Esto, sumado a las sanciones contra Irán que produce 3,5 millones de barriles diarios, causan nerviosismo entre los inversionistas y eleva las tarifas”, dijo Carlos Alberto Leal, presidente de Acipet.

Desde el primero de enero en Nueva York, el Brent inició con un precio de US$53,8, una cifra que al cerrar ayer en US$71 representó un incremento de 35%.

A finales del año pasado, los participantes de la Opep establecieron medidas para reducir la oferta de petróleo en el mercado. La organización, que controla cerca de 33% de la producción mundial de crudo, pretende reducir la extracción en 1,2 millones de barriles diarios.

“Los integrantes de la Opep se pueden ajustar a los recortes y cuentan con el apoyo de otros extractores masivos como Rusia. Se espera que las reducciones se mantengan teniendo en cuenta que la reunión de abril para reafirmar el acuerdo se haya cancelado en aras de darle un tiempo de vigencia más largo”, indicó Pablo Medina, vicepresidente de Welligence Energy Analytics.

La Opep decidió cancelar desde Bakú la reunión que tenía prevista para este mes, lo que indica su intención de mantener los recortes hasta el término del primer semestre.

Irán y Venezuela bajan oferta

Igual que en el caso venezolano, Estados Unidos impuso fuertes medidas en contra del producto iraní y vetó al mercado de hacer transacciones con Teherán. Hasta el momento, el impacto había sido reducido, pues China, India, Italia, Grecia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Turquía tenían un paz y salvo temporal para hacerlo.

Ahora que el plazo se cumplió y las exenciones están a punto de completarse, el mercado espera a las indicaciones de Donald Trump para salvar si les da una prórroga o reduce esas exportaciones a cero.

Venezuela es otro de los principales damnificados por las sanciones de Washington. A pesar de que su producción apenas llega al millón de barriles, su importancia es capital en el mercado de crudos pesados, teniendo en cuenta que es de los pocos extractores que hay junto a los países del Medio Este.

“Hace tiempo que la producción venezolana viene en caída libre, sin embargo, pocas naciones tienen la capacidad de sustituir su combustible y las que hay, también tienen conflictos con Estados Unidos, añadió el analista de Welligence.

Al término de la semana anterior, el vicepresidente del país norteamericano, Mike Pence, señaló que preparan nuevas prohibiciones contra 34 embarcaciones venezolanas que transportan crudo hacia Cuba.

Libia mantiene en vilo a la bolsa

Un portavoz del Ministerio de Salud en Trípoli, capital de Libia, indicó que el recrudecimiento de la guerra dejó un saldo de 25 víctimas fatales, 80 heridas y 2.800 personas desplazadas. Según los analistas, el efecto de esta fenómeno amenaza los suministros petroleros del país, reduciendo aún más la oferta. El país, que pasó de extraer 1,28 millones de barriles diarios a 527.000, no tiene el control unificado de sus suministros ni exportaciones, lo que complica el comercio con sus industrias.

“El problema que plantea Libia no se basa en su producción ni en los suministros, sino en el cinturón geográfico donde se ubica y la importancia que tiene ese territorio frente a los grandes productores. Cualquier desenlace que haya, golpeará a los vecinos”, dijo Medina.

El escalamiento de la violencia causó que el jefe de la Naciones Unidas, Antonio Guterres, visite el este del país, sin embargo, los mercados se preparan para lo que sería la reactivación prolongada del conflicto en la nación con las reservas de petróleo más grandes del continente africano.

Hasta febrero, los integrantes de la Opep cumplieron en 94% el objetivo de sus recortes, lo que ubicó la producción de todos los miembros en 30,6 millones de barriles diarios, no obstante, los analistas miran con preocupación la oferta de crudo pesado que desaparecería en caso de que Trump insista en sus medidas. En caso de hacerlo, la Opep tendría que usar sus reservas.

“La Opep no da muestras de ceder en sus intenciones de mantener la oferta baja. Además, tienen la capacidad de suplir al mercado cuando sea necesario. Todo parece indicar que los conflictos hasta ahora comienzan”, agregó Medina.

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