Argentina

Estas son las dos misiones de la nueva Ministra de Economía de Argentina

Tras la salida de Martín Guzmán, deberá lograr un respaldo político amplio del Frente de Todos y dar señales al mercado para evitar una corrida financiera

Cronista - Buenos Aires

Tras la salida de Martín Guzmán, la próxima conducción económica a cargo de la ministra Silvina Batakis tendrá dos misiones urgentes y en apariencia contradictorias.

La primera, lograr un respaldo político amplio del Frente de Todos, lo que se traduce como un aval explícito de la vicepresidenta Cristina Kirchner. La segunda, ofrecerles a los inversores señales claras para despejar dudas sobre los próximos vencimientos de la deuda en pesos y evitar así una corrida financiera aún más gravosa y un salto mayor en los dólares paralelos.

Es decir: un camino de ajuste fiscal. Hay quienes también reclaman acelerar la devaluación del tipo de cambio oficial, lo que implica más inflación.

Ninguna alfombra roja espera a la nueva ministra de Economía. Lo advirtió Guzmán en su carta de renuncia: "Será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante para que quien me reemplace cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de política macroeconómica", le sugirió al presidente Alberto Fernández.

Para Guzmán, esa centralización tenía en el área energética su principal foco de conflicto. La semana pasada, el secretario de Energía Darío Martínez cambió la mecánica de la segmentación que preparaba el equipo del exministro sin aviso previo a su superior en el organigrama y tuvo a posteriori una foto con Alberto, el viernes. El día en que Guzmán empezó a pensar su renuncia.

DEUDA EN PESOS
"Quien asuma debe dar una señal de que va a cumplir con el programa financiero en julio, porque vencen más de 500.000 millones y la mitad es en deuda CER. En agosto hay otros $ 500.000 millones y en septiembre, los vencimientos llegan a $ 1,2 billones", dijo Ricardo Delgado, de Analytica. "La certeza del grado de cumplimiento debe ser ahora para no arrancar el lunes con un nuevo desarme de posiciones en pesos", continuó.

EL ACUERDO CON EL FMI
A eso se suma el pago en dólares por u$s 700 millones que el Tesoro debe hacer en estos días a los tenedores de bonos en divisa. "También debería decir qué se hará con el Fondo; no hay mucho espacio para decir que no se va a cumplir", afirmó. "Y el prerrequisito de todo eso es un acuerdo con Cristina, es el escollo más complejo de lograr", concluyó.

Javier Timerman, socio de Adcap Grupo Financiero (y uno de los nombres de la tómbola de ministeriales del domingo por la tarde) clamó por un acuerdo político como condición primera. El próximo ministro debe tener un equipo respetado, el apoyo de Cristina Fernández y de Alberto y la unificación del todo el ministerio", dijo. "Y lo más importante es cambiar el tono del discurso. Hay que volver a la lógica de 1880; un país de oportunidades en el que el Estado no haga, sino que deje hacer, y que se guarde para poder actuar efectivamente en momentos de crisis", sostuvo.

La crisis política se deglute a la precariedad macroeconómica de una economía que crece sin saber hasta cuándo tendrá dólares para hacerlo y hasta dónde llegará la inflación, con estimaciones que cambian de decena cada dos meses. La acumulación de reservas y la reducción del déficit fiscal para no financiarlo con emisión monetaria son los aspectos determinantes del acuerdo con el Fondo.

CEPO, ACTIVIDAD E INFLACIÓN
El Banco Central recompuso reservas luego de haber endurecido el cepo. La contracara del catenaccio será el deterioro del resto de las variables macroeconómicas: "El reciente endurecimiento del cepo no será gratuito y tendrá un fuerte impacto sobre la brecha cambiaria, el nivel de actividad y la inflación", determinó Equilibra. "El objetivo de evitar un salto cambiario discreto vuelve a opacar los deseos de continuar impulsando la actividad económica", afirmó Ecolatina, que elevó 13 puntos sus proyecciones de inflación anual entre marzo y mayo.

DÓLARES Y DÉFICIT FISCAL
Alberto, Cristina y Sergio Massa solo coinciden en una parte del diagnóstico: faltan dólares en el Banco Central. Si la solución para esa precariedad es la reducción del déficit fiscal, como dijo Alberto el miércoles en C5N, la resistencia a recortar subsidios del ala cristinista que controla la Secretaría de Energía atenta contra ese objetivo macroeconómico.

También implican más gasto los proyectos que emanan del Frente de Todos para implementar el Salario Básico Universal o la moratoria jubilatoria, por ejemplo. Hasta mayo, el gasto crecía 22 puntos por encima de la inflación y 16 por arriba de los ingresos. "El sesgo de la política fiscal hoy es recontra expansivo. Eso carece de sentido, porque el gasto privado está creciendo", había dicho el economista de PxQ Emmanuel Álvarez Agis en una entrevista reciente con El Cronista.

TEMAS


Argentina - Elecciones - clima económico