Lo analistas consideran que las medidas del BCE trastocan los planes de privatización de Bankia
domingo, 17 de junio de 2018
Bankia ya ha devuelto 2.122 millones de euros con la venta de dos paquetes de acciones en 2014 y 2017.
Expansión - Madrid
El Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), posee todavía el 60,63% del capital social de Bankia, una participación que se había comprometido con la Comisión Europea (CE) a vender antes del 31 de diciembre de 2019. Sin embargo, a este reto, además de la llegada del nuevo Gobierno, se le une ahora el anuncio por parte del Banco central Europeo (BCE) de retrasar la posibilidad de una subida de tipos en la zona euro al menos hasta el verano del año que viene.
Esta es la idea que subyace en el consenso de analistas consultado, que, al mismo tiempo, ha hecho hincapié en que la decisión de la institución monetaria presidida por Mario Draghi se conforma como una 'piedra' en el camino para todo el sector bancario en general. De hecho, la banca ha sido el 'farolillo rojo' del parqué durante las dos sesiones bursátiles desde que el BCE anunció sus nuevas medidas sobre política monetaria.
"La decisión del BCE ha trastocado los planes de privatización de Bankia", asevera el analista de IG Sergio Ávila Luengo. Según explica, la venta está condicionada a que el negocio evolucione correctamente y a que las acciones alcancen un precio rentable que permita recuperar al menos parte de su rescate, que costó a los contribuyentes un total de 22.424 millones de euros.
De estas ayudas, Bankia ya ha devuelto 2.122 millones de euros con la venta de dos paquetes de acciones en 2014 y 2017, representativos del 14,5% del capital, y 742 millones de euros procedentes de los dividendos obtenidos año tras año. Así, la cantidad devuelta hasta el momento asciende a 2.864 millones de euros, por lo que aún quedaría pendiente un total de 19.560 millones de euros.
El gran peso de los préstamos
"La banca tradicional depende mucho de las subidas de tipos de interés para mejorar los márgenes, de forma que la noticia del BCE complica las cosas", sostiene Ávila, asegurando que en los resultados del primer trimestre de este año ya se observaba "bastante" la penalización de este contexto sobre Bankia.
"Esta situación ha afectado sobre el stock de préstamos, que en su mayoría están referenciados al Euríbor. También ha impactado sobre su cartera de bonos, que representa en torno al 26% de su balance. Esto ha provocado que el margen de intereses de Bankia haya descendido un 9,8% en términos comparables", explica.
En esta línea, el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, admitía recientemente que desde los bancos no es que estén en contra de los tipos de interés bajos, sino de los negativos, porque tienen como consecuencia una merma de la rentabilidad. "No estamos en contra de los tipos de interés bajos. Nos gustan los tipos de interés bajos, pero no los negativos, porque nos cambia la ecuación de la rentabilidad", apuntó el ejecutivo durante unas jornadas financieras.
La analista experta en banca de Renta4 Nuria Álvarez considera también que Bankia es una de las entidades españolas "más sensibles" a una subida de los tipos de interés, que ahora apunta hacia un horizonte más lejano del que el mercado descontaba anteriormente. "Un alza de los tipos tendría un efecto positivo mayor en Bankia, que no por ejemplo en Sabadell, por un tema de composición de cartera de crédito", subraya.
Para Álvarez, el balance de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri tiene un peso muy elevado de las hipotecas, las cuales están ligadas al Euríbor y, por tanto, a la trayectoria del precio del dinero. "Una recuperación del índice de referencia tiene más efecto en Bankia que en otros bancos (...). Aunque la banca en general lleva muchos años esperando una recuperación del Euríbor", indica la analista.
En opinión de Joaquín Robles, analista de XTB, el anuncio del BCE "no ha provocado un efecto superior" en Bankia que en el resto de competidores. "A toda la banca le interesa que la institución monetaria suba los tipos, ya que esto mejoraría el margen de intereses. Todo el sector ha visto con decepción que no se haya producido un endurecimiento monetario antes de lo previsto", asevera.
Robles sostiene que, aunque el plazo teórico que el Estado tiene para privatizar Bankia finaliza el próximo año, podría decidir prolongarlo en función de las circunstancias del mercado. El experto cree que el entorno poco favorable actual no significa de forma determinante que la entidad no pueda recuperar los máximos del pasado mes de diciembre --cuando se situaba por encima de los 4 euros por acción-- antes de que el BCE lleve a cabo su primer incremento del precio del dinero.
Otra cuestión que le penalizaría más que a otros bancos es el impuesto sobre los beneficios bancarios que podría aplicar el nuevo Gobierno para sufragar el pago de las pensiones. Se estima que esta nueva figura fiscal pueda suponer al menos un 8% de subida sobre la tasa impositiva actual. "Bankia sería el más perjudicado, ya que sería la entidad que más reduciría su beneficio neto en caso de que el Ejecutivo tomase esta decisión", asegura el experto de IG.
El banco más penalizado en Bolsa
Bankia está siendo el banco más penalizado de todo el Ibex 35, pues acumula una pérdida cercana al 18% en lo que va de año. Los títulos de Bankia cerraron el viernes en Bolsa a 3,28 euros, tras caer un 2,92% en la jornada.
El resto de las grandes entidades, a excepción de Bankinter, que ha avanzado un 7% durante los seis primeros meses de 2018, también se ha dejado entre un 14% y un 15% de su valor este año.
"Técnicamente tiene un soporte en los 3,24 euros, que, en caso de perder a precios de cierre diario, podría llevar a la cotización hacia el entorno de los 3,03 euros. Todo apunta a mayor presión bajista las próximas sesiones", indica Ávila.
"El valor de sus acciones está cayendo de forma continuada, a los precios actuales no es posible considerar su venta", indica la analista de SelfBank Victoria de la Torre. "El Gobierno deberá buscar una nueva prórroga de la venta de su participación o a alguna otra solución, aunque a Bruselas esta decisión no le vaya a gustar", añade.
"Es muy difícil, desde un punto de vista político y de imagen, que, según ha evolucionado su cotización hasta ahora, el nuevo Gobierno se ponga a vender paquetes de Bankia, ya que incurriría en pérdidas y eso hay que explicarlo al común de los mortales", explica Álvarez.