Lo que gatillará la llegada de cementera Holcim a Perú: ¿reconfiguración en marcha?
lunes, 12 de agosto de 2024
El capex de Pacasmayo para este año estará destinado principalmente al mantenimiento, con un enfoque especial en las plantas
Gestión - Lima
El mes de agosto inició con la entrada al mercado peruano del gigante suizo de la construcción, Holcim, tras la adquisición de dos empresas locales: Compañía Minera Agregados Calcáreos (Comacsa) y Mixercon, en una operación que involucró una inversión de US$100 millones. La llegada de la mayor cementera del mundo ocurre en un contexto desafiante para el sector, con despachos de cemento en cifras negativas hasta junio. ¿Estamos ante una posible reconfiguración del mercado cementero, dominado por Unacem, Pacasmayo y Yura?
Para comprender el contexto actual, es esencial analizar las razones detrás de la llegada de Holcim, más allá de los fundamentos económicos de Perú. Aunque el consumo interno de cemento ha mostrado volatilidad en el primer semestre del año, con incrementos de 9% en enero y de 8% en abril, estos niveles siguen siendo superiores a los registrados antes de la pandemia. Comparado con el mismo período en 2019, el aumento es de 4,5% (enero a mayo 2024 vs. enero a mayo 2019), lo que hace que el mercado local sea atractivo. “Si bien es cierto que al comparar las cifras de 2024 con las de 2023 se observa una contracción, aún se registra un crecimiento en relación a los volúmenes despachados prepandemia”, comentó Sergio Castro, director senior de Apoyo & Asociados.
Además, el mercado peruano destaca por otros aspectos. Según el experto, mientras que los márgenes EBITDA de las empresas cementeras de otros países de la región oscilan entre 15% y 20%, en Perú se mantienen alrededor de 30%, lo que incrementa la atracción de la plaza local. Un punto a destacar es que la demanda de cemento está estrechamente vinculada al sector de la construcción, que registró un repunte de 5,6% en su PBI en mayo, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Las proyecciones de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) indican un avance de 4% para este año.
Sin embargo, Jorge Arévalo, gerente general de Capeco, advirtió que este incremento aún no compensa la caída de 7,9% experimentada en 2023. “El sector se está demorando en recuperar. Claramente este ambiente de bajo crecimiento y lenta recuperación aún no ha acelerado significativamente la producción y el despacho de cemento”, afirmó. Pese a ello, destacó que existen fundamentos para revertir esta situación, debido al déficit de viviendas e infraestructura, considerando que más de 70% del despacho de cemento se utiliza para la autoconstrucción.
“Es crucial lograr estabilidad política para fomentar grandes inversiones en infraestructura, como el Puerto de Chancay y la modernización del aeropuerto Jorge Chávez. Además, se debe fortalecer la política de subsidios para el acceso a vivienda, como el Fondo Mivivienda y Techo Propio, y emitir el reglamento de la ley de contrataciones, entre otros factores”, precisó.
¿Reconfiguración del mercado?
El mercado cementero en Perú está liderado por tres principales operadores. Unacem, con una participación de mercado de 44,4%, domina la zona centro del país. Pacasmayo, que cubre la zona norte, tiene 23,3% de market share. Por su parte, Yura del Grupo Gloria, que se enfoca en el sur, posee 21,3% del mercado. También participa en menor medida Caliza Inca, con 10%, seguido por importaciones y otros pequeños productores que suman 5,3%. En este contexto, surge la pregunta: ¿qué oportunidades tiene Holcim para irrumpir en esta estructura establecida?
Sergio Castro, de Apoyo & Asociados, afirmó que las áreas de operación de los principales actores no han cambiado debido a las limitaciones logísticas. El cemento, al ser voluminoso, no se transporta eficientemente más allá de los 400 kilómetros por tierra, lo que limita la competencia a zonas periféricas. Lo que podría generarse, en opinión de este especialista, es que las ampliaciones del Puerto del Callao con la puesta en operación del Puerto de Chancay faciliten la importación de clínker, lo que podría incrementar la producción de cemento y, por ende, los despachos.
Sobre la posible reconfiguración del mercado, indicó que no se anticipa un cambio inmediato en la participación de mercado de los operadores actuales. No obstante, a largo plazo, la situación podría evolucionar dependiendo de las decisiones estratégicas de Holcim.
Holcim se concentrará este año en entender el mercado peruano y en reforzar las empresas que ha adquirido. Sin embargo, para el experto ello no descarta que, en el futuro, pueda realizar inversiones adicionales, ya sea comprando otra empresa cementera existente o desarrollando nuevas operaciones. Una opción sería establecer una planta de molienda, que tiene un tiempo de desarrollo menor a una planta de cemento tradicional. “Una planta de cemento puede tardar hasta 5 años en construirse, mientras que una planta de molienda lleva menos tiempo. Holcim tiene la capacidad financiera para llevar a cabo estos proyectos”, apuntó.
Aunque en el corto plazo no se espera una reconfiguración significativa, la presencia de Holcim sí provocará un cambio en la dinámica del mercado. En concreto, va gatillar tres acciones claves: incentivar una mayor inversión por parte de los operadores actuales para mantener su capacidad de producción y eficiencia, fortalecer y expandir sus redes de distribución, y potenciar sus marcas, especialmente valoradas por los maestros de obra. “La entrada de Holcim impulsará a Unacem a realizar mayores inversiones para mantener su competitividad en términos de capacidad instalada y eficiencia de márgenes. Por su parte, Pacasmayo ya destinó US$ 85 millones en su planta para aumentar su capacidad de producción, lo que sugiere que no habrá expansiones adicionales en los próximos años”, detalló Castro.
En 2023, el grupo Unacem destinó S/500 millones en capex consolidado y en la ejecución de proyectos de inversión, lo que representó un incremento del 18,8% en comparación con 2022. Para este año, se espera un capex ligeramente superior al del 2023. “Estamos finalizando inversiones como el cierre de las canchas de clínker y otras. Es básicamente capex orgánico, aunque también habrá algunos para incrementos puntuales de capacidad instalada”, detalló en mayo su CEO, Pedro Lerner.
Por otro lado, Yura (Grupo Gloria) tiene planes de duplicar la capacidad de su planta en Arequipa, en línea con las necesidades del sector minero en la zona sur del país. Esta ampliación requerirá una inversión de US$500 millones, que será financiada con recursos propios y tomará cuatro años en completarse. Actualmente, ya cuentan con estudios de ingeniería y están en proceso de obtener los permisos de impacto ambiental. Yura no necesitará adquirir un nuevo terreno para incrementar la capacidad de su planta en Arequipa.
El capex de Pacasmayo para este año estará destinado principalmente al mantenimiento, con un enfoque especial en las plantas de Piura, Pacasmayo y la selva. Marco Mejía, analista de inversiones de Kallpa SAB, opinó que las oportunidades de una reconfiguración del mercado se verían a largo plazo, como resultado de las “movidas” que haga Holcim en los próximos dos años. “No se esperan cambios significativos a corto plazo, ya que Holcim ha manifestado que no está apostando por una expansión agresiva. Sin embargo, eso no descarta que a largo plazo la situación pueda cambiar. Habrá que estar atentos a lo que ocurra”, comentó.
Mejía consideró que en el segundo semestre podrían observarse fluctuaciones en la demanda de cemento. “Esperaría que sea mejor que el primer semestre, aunque no anticipamos una reactivación significativa, dado que la autoconstrucción todavía sigue ralentizada”, señaló. Por su parte, el gerente general de Capeco expresó escepticismo sobre una pronta recuperación del PBI de construcción, a menos que se implementen acciones concretas para incentivar grandes proyectos de infraestructura o se refuercen los subsidios de vivienda gubernamentales para promover la construcción de viviendas.