Hacienda

Estos son 10 desafíos económicos que tendrá el nuevo Presidente de Estados Unidos

El nuevo mandatario que trabajará desde la oficina Oval tendrá que hacerle frente a los principales problemas que aquejan el país, entre ellos, la inflación

Juan Camilo Colorado

La frase: ¡Es la economía, estúpido!, del estratega político James Carville volvió a tomar vida en una nueva elección presidencial tal cual como sucedió en la de Bill Clinton en 1992. Según varias de las encuestas previas a los comicios, como la de Gallup, la economía fue la principal preocupación y fuerza movilizadora de más de 50% de los votantes para elegir al nuevo mandatario de EE.UU.

Por eso, Bloomberg, agencias de riesgos y casas encuestadoras como Gallup se dieron a la tarea de señalar cuáles serán los 10 retos económicos que tendrá el nuevo mandatario que se instalará en la Oficina Oval desde el 6 de enero de 2025.

Luego de la economía general, están como ‘papas calientes’ la inmigración, la inflación, los tipos de interés de la Fed, el empleo, la deuda pública, el déficit en la balanza comercial, el PIB, el conflicto en Gaza y hasta el aborto.

Para analistas económicos como Gregorio Gandini, “ el reto más relevante en este momento sería el nivel de deuda del gobierno federal y asociado a este, el gasto. Este tema fiscal no es menor ya que ha habido preocupación por parte de las calificadoras al respecto”.

LOS CONTRASTES

  • Ildikó Szegedy-MaszákDerecho Económico de la U. Javeriana

    “El nuevo Presidente debe seguir con políticas cuidadosas de manejar la inflación sin generar desaceleración económica o una peor recesión”

  • Gregorio GandiniAnalista económico

    “El más reto más relevante en este momento sería el nivel de deuda del Gobierno federal y asociado a este el gasto. Esto es clave ya que hay nerviosismo en las calificadoras de riesgo”

Pero, además, dice Gandini, “el tema del crecimiento económico es relevante, ya que hay que ver si el inicio del ciclo de bajada de tasas de la Fed tendrá un impacto sobre el consumo y dará más impulso a la economía. La expectativa de crecimiento del Fondo Monetario Internacional, FMI, para Estados Unidos está en 2,8% para 2024 y 2,2% para 2025, por eso ganar más ritmo ahí debería ser un objetivo para el presidente”, dijo.

Y es que, esto está muy conectado con lo que opina 52% de la población general de Estados Unidos, quienes afirmaron a Gallup que se siente peor hoy en términos económicos que hace cuatro años.
Según Bloomberg, en general, la economía estadounidense ha logrado una recuperación notable (aunque contaminada por la inflación) de la recesión de 2020 provocada por la pandemia del covid-19. Los datos publicados la semana pasada apuntaban a un crecimiento sólido y continuo, pese a que factores temporales como huracanes y huelgas han afectado al mercado laboral.

En los últimos datos arrojados, el PIB de Estados Unidos se expandió un 2,7% interanual en el tercer trimestre de 2024, desacelerándose ligeramente con respecto al aumento de 3% del período anterior, según la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos. La tasa de crecimiento anual del PIB en Estados Unidos promedió 3,16% desde 1948 hasta 2024, alcanzando un máximo histórico de 13,40% en el cuarto trimestre de 1950 y un mínimo histórico de -7,50% en el segundo trimestre de 2020, agregó la oficina de datos macro de EE.UU.

El otro dato que preocupa a los analistas es el tema de la inmigración. Esto teniendo en cuenta que hay más de 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, muchos de los cuales trabajan en plantas empacadoras de carne, en granjas, en sitios de construcción y otros empleos clave para el bienestar del país.

Así, si la política será la de expulsarlos, Adam Posen, presidente del Instituto Peterson de Economía Internacional, informó que deportar a esos inmigrantes podría causar grandes dificultades económicas, además que sería estanflacionario. En cifras, un análisis de CBS News estima que costaría US$20.000 millones detener y deportar a un millón de personas: algo que no atacaría el problema total.

Sobre cuáles son los líneas de acción que deberá tener en cuenta el nuevo mandatario para que el curso de la economía estadounidense sea positivo, Ildikó Szegedy-Maszák, PhD Directora de la Maestría en Derecho Económico de la Pontificia Universidad Javeriana, señaló los siguientes.

Lo primero, dijo, que los retos son, “seguir con políticas cuidadosas de manejar la inflación sin generar desaceleración económica o peor, recesión”. Lo segundo, “generar construcción de vivienda para mitigar alza de precios y falta de disponibilidad de vivienda para arriendo”. La doctora señala como tercera recomendación “el seguir fortaleciendo sectores de la economía basadas en tecnología como semiconductores”.

Gandini también concuerda con lo anterior. “El tema de impulsar el desarrollo tecnológico interno en Estados Unidos y la fabricación de semiconductores debería ser otro elemento crucial a continuar y reforzar en los siguientes cuatro años.

En más acciones claves, la PhD Directora de la Maestría en Derecho Económico indicó que “bajar el déficit fiscal sin cortar gastos en forma significativa será necesario; además de manejar exenciones tributarias de la administración Trump que vencen en 2025 y en comercio internacional repensar la relación regional Latam y transatlántica.

En cuanto al empleo, Ildikó Szegedy-Maszák indica que el principal riesgo está en caso de que se implementen políticas restrictivas de inmigración, ya que se puede generar falta de mano de obra que pujaría hacia arriba la inflación. La última cifra de desempleo fue de 4,1%. Las nóminas no agrícolas crecieron en 12.000 puestos de trabajo en octubre, tras incrementarse en 223.000 en septiembre, informó la Oficina de Estadísticas Laborales.

Lo que suceda acá, también impactará de forma directa a la política monetaria. “Este dato de desempleo elimina toda duda de que habrá un recorte de 25 puntos básicos en noviembre”, dijo Steven Blitz, economista jefe de TS Lombard.

La gran promesa del nuevo gobierno es lograr la meta de inflación

Gráfico LR.

La inflación ha sido uno de los problemas más críticos desde 2020 y el tema más relevante para los votantes. Según Goldman Sachs, en 2022, el IPC alcanzó niveles no vistos en décadas, mayor a 9% anual. “Y es el gran reto, porque aunque se ha desacelerado y se situó en 2,4% en septiembre, aún no se llega a la meta de 2%; es un problema en sectores clave como servicios e inmobiliario; y hay que llegar a la meta de 2%”.

Incertidumbre por la política migratoria y las decisiones en pasos fronterizos

The Economist ve que un desafío urgente es que después del intento fallido de la administración Biden por lograr un acuerdo bipartidista sobre la política migratoria, “el reto del próximo Presidente se centrará en definir la naturaleza de dichas medidas”. En la actualidad existen 11 millones de indocumentados en EE.UU. pero, según el Instituto Peterson, una política restrictiva afectaría el curso desinflacionario.

Mantener la flexibilización de la política monetaria de cara al futuro

JP Morgan ve que otro reto para el nuevo Gobierno es “mantener el camino de flexibilización de la política monetaria que comenzó la Reserva Federal tras la reunión de mitad de septiembre”, como respuesta a una desaceleración de la inflación y un incremento paulatino de cifras de desempleo. Con una tasa de interés en 5% (no se veía desde marzo de 2023), se espera un estímulo en la generación de empleo.

El mundo suma presiones para finalizar la guerra de Oriente Medio

Desde el inicio de las confrontaciones en Gaza, EE.UU. ha sido uno de los países que más ha apoyado a Israel con armamento y financiamiento al ejército. De acuerdo con cifras de la Universidad de Brown, el aporte de EE.UU. a Israel alcanzó US$17.900 millones tras un año. Ahora bien, presiones de Occidente y la fluctuación del precio del petróleo pondrán en tela de juicio el envío de más ayudas.

Bloqueos y nuevos aranceles determinarán la balanza comercial

Las decisiones gubernamentales en cuanto al intercambio comercial con socios en Europa occidental, Asia y América Latina determinarán el futuro de la balanza comercial de EE.UU. Políticas más restrictivas en sectores como las telecomunicaciones y la movilidad eléctrica serán definitivas para el establecimiento de nuevas alianzas y el futuro tanto, de las importaciones como las exportaciones.

Lograr revertir las bajas proyecciones de crecimiento del PIB para 2025

El objetivo central de mejorar los indicadores económicos es que esto se refleje en un mayor crecimiento económico. El Producto Interno Bruto, PIB, se mantuvo en 2,9% en 2023 pero para 2024 el Fondo Monetario Internacional estima un cierre ligeramente inferior, 2,8%, y proyecta una mayor caída el próximo año, con 2,2%. El nuevo Presidente tendrá que revertir la tendencia y mejorar las estimaciones.

Bloqueos y nuevos aranceles determinarán la balanza comercial
Las decisiones gubernamentales en cuanto al intercambio comercial con socios en Europa occidental, Asia y América Latina determinarán el futuro de la balanza comercial de EE.UU. Políticas más restrictivas en sectores como las telecomunicaciones y la movilidad eléctrica serán definitivas para el establecimiento de nuevas alianzas y el futuro tanto, de las importaciones como las exportaciones.

Generación de puestos de trabajo

Aunque el mercado laboral se mantiene resiliente y la tasa de desempleo está cerca de su nivel más bajo en 50 años, la incertidumbre por la decisión de la Fed en cuanto a las tasas de interés podría desacelerar la generación de nuevos puestos de trabajo. Una decisión de flexibilizar la política monetaria podría estimular este segmento siempre que el cambio obedezca a la realidad macroeconómica de Estados Unidos.

Faltan garantías de sostenibilidad fiscal y reducción de la deuda pública

Morgan Stanley reportó que en 2023, la deuda pública marcó uno de sus puntos más altos al representar 123,3% del PIB de EE.UU. Con perspectivas pesimistas para 2025, el nuevo gobierno deberá hacer frente al pago de intereses de deuda mientras financia programas sociales y de infraestructura. Para reducir el déficit fiscal (superior a 7% del PIB), se requerirá un recorte al gasto público y aumentar impuestos.

Todavía persiste la división entre la aprobación y el rechazo al aborto

Con la revocatoria del fallo Roe v. Wade, la Corte Suprema de Justicia no definió la situación del aborto y ‘le pasó la pelota’ a los estados para que manejen el asunto. Con 14 estados que prohiben el aborto, el camino para que este sea un derecho aplicable en toda la Unión Americana es complicado, especialmente considerando el trámite que debe surtir en el Congreso y la s del ‘obstruccionismo’.

Los precios de medicamentos, decisiones del sistema de salud

Aunque el gobierno Biden-Harris logró que Medicare, uno de los dos proveedores públicos de salud, negociara el precio de algunos medicamentos, el pleito con las farmacéuticas está lejos de terminarse. Con una serie de demandas de inconstitucionalidad de las compañías ante esta decisión, el nuevo gobierno deberá compensar los intereses de estos conglomerados y los de 150 millones de beneficiarios.

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