Los aciertos y desaciertos del sexenio que dirigió Enrique Peña Nieto
lunes, 19 de noviembre de 2018
Reformas estructurales, gasolinazo y volatilidad en el tipo de cambio, los factores más representativos
El Economista - Ciudad de México
A unos pocos días de que concluya el mandato del actual presidente Enrique Peña Nieto los aciertos y desaciertos logrados en materia económica durante su sexenio serán materia de debate.
De acuerdo con especialistas, la actual administración será recordada por el impulso de reformas estructurales, por el incremento de la deuda pública, la depreciación de la moneda mexicana y por un estable, aunque bajo crecimiento económico, pero también por sortear eventos internacionales como el Brexit, el triunfo electoral de Donald Trump, la guerra comercial China-Estados Unidos (EU) y la renegociación del ahora llamado acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Crecimiento económico
A pesar de las reformas estructurales impulsadas, la economía no prosperó como se esperaba, se encamina a cerrar el sexenio con un crecimiento promedio de 2.5%; lejos de 5% prometido, pero por arriba de 1.8% de Felipe Calderón a quien le tocó enfrentar la crisis económica del 2008.
Alejandro Saldaña, gerente de Análisis Económico del Grupo Financiero BX+, destacó que si bien se esperaba un incremento en el Producto Interno Bruto (PIB), este se mantuvo estable y sostenido lo que ayudó a la llegada de mayor inversión al país.
“Esta estabilidad permitió el flujo de la Inversión Extranjera Directa que estuvo en alrededor de 192,000 millones de dólares en lo que va del 2018 y esto también ayudó a que se tuviera mayor inversión y disminuyera el desempleo”, indicó.
Por su parte, Carlos Hermosillo, director de Análisis Fundamental de Actinver, aseguró que fueron factores internacionales los que también abonaron a que el país no lograra el avance esperado.
“Vivimos un proceso complicado con las elecciones en EU, hubo mucha cautela alrededor de todo este proceso desde mucho tiempo antes y todavía los meses posteriores”, refirió.
Reformas estructurales
Los primeros 20 meses de la administración peñista estuvieron marcados por la implementación de 11 reformas estructurales, como la de telecomunicaciones, energética, laboral, financiera, hacendaria, por mencionar algunas. Aunque varias fueron impopulares, los expertos indican que su ejecución era necesaria para lograr hacer frente a las exigencias globales.
Jorge Sánchez Tello, director de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), afirmó que la reforma energética fue el principal logro de este gobierno ya que su ejecución era urgente.
“La reforma energética era más que necesaria, estoy seguro de que si se materializa en los siguientes años será una palanca de desarrollo económico en el país”, señaló.
Asimismo, el director de Análisis de Actinver asegura que esta reforma ya está dando resultados palpables a las empresas públicas que cotizan en la Bolsa, “no sería posible el desarrollo que han tenido en varias de ellas, los proyectos en los que han estado inmiscuidas no se hubieran dado sin la reforma energética”.
Los especialistas reiteran que, si bien se esperaba que con la consumación de las reformas se detonará un mayor crecimiento, la corrupción sigue afectando de manera negativa a la economía.
“Tenemos un país donde el tema de corrupción impacta de manera negativa a la economía, los desfalcos que hicieron los gobernadores de diferentes partidos nos afectaron, además del panorama internacional que se vivió”, opinó Sánchez Tello.
Gasolinazo
En el 2017, comenzó la liberalización de los precios de la gasolina, medida que llevó a un incremento en el costo del combustible para los mexicanos.
El director del Fundef indicó que aunque este proceso era necesario, fue mal implementado.
“Fue una decisión acertada a pesar de que el gobierno pagó un costo político enorme ya que no lo supieron vender bien ante a la población, yo creo que un mito el hecho de que debemos de tener gasolinas regaladas y con eso nos va a ir mejor y obvio no”.
Endeudamiento
La principal crítica para la administración actual es el nivel de endeudamiento en que se encuentra al país, pasó de 33.8% del PIB en el 2012 a 46.4% al cierre del 2017.
“En finanzas publicas vimos un incremento de la deuda pública; sin embargo, en los últimos años hubo un plan de consolidación fiscal recortado al gasto público para revertir esta tendencia”, aseguró el gerente de Análisis de BX+.
“Lo que más criticaría a este gobierno es el endeudamiento brutal, llevamos dos sexenios donde prácticamente se duplicó, si bien no representa algo muy grave, ojalá la nueva administración no siga con esta tendencia porque si no, nos podríamos meter en problemas”, opinó el economista del Fundef.
Tipo de cambio
De diciembre del 2012 a la fecha el peso mexicano sufrió una devaluación de 65%, los analistas refieren que si bien hubo factores externos que impulsaron su caída, también existieron situaciones internas que lo afectaron.
“México tiene un tipo de cambio flexible, esta depreciación se debió en buena parte a que nuestro país depende cada vez más del ahorro externo y ese ahorro es volátil ante cualquier cosa, siempre es mejor depender del ahorro interno”, opinó Sánchez Tello.
“En el recuento tiene un mayor balance la parte externa; sin embargo, hay que reconocer que la elevación en los niveles de endeudamiento del país generó alerta por parte de las calificadoras y afectó la expectativa de los inversionistas financieros,provocando volatilidad”, refiere Saldaña.
Inseguridad y corrupción
Finalmente, el gran pendiente de la administración saliente y que no logró mejorar fueron los altos índices de inseguridad y corrupción en el país, lo cual afectó en la llegada de más inversión,
“La inseguridad es un limitante importante para México para temas de inversiones. También la corrupción que al final de cuentas tiene implicaciones en el desarrollo económico del país, estos factores que no se pudieron combatir de forma puntual”, concluyó el especialista de BX+.