Los anfitriones del Mundial de 2026 representan más de 27% del PIB global

La posibilidad de que un país sea sede de la Copa Mundial de la Fifa sin duda pasa por su capacidad económica. Prueba de ello fue la elección de Catar como anfitriona del mundial que se celebrará entre noviembre y diciembre de este año. Sin embargo, será el certamen del 2026 el que romperá un verdadero récord en términos del tamaño de la economía responsable de organizar dicho evento, toda vez que Estados Unidos, México y Canadá representan el 27% del PIB mundial, sumando US$23,6 billones.

La primera y única vez que un mundial ha sido organizado por más de un país fue en el 2002, cuando lo albergaron Japón y Corea del Sur. La suma de estas dos economías, en valores actuales, alcanza los US$6.500 billones, es decir, una cuarta parte del tamaño del PIB del antiguo Nafta. Así las cosas, mientras el próximo mundial de Catar será organizado por el país más rico del mundo, en términos de su PIB per cápita, el cual asciende a US$139.000, el que le sigue estará a cargo del mayor bloque económico que alguna vez haya acogido la que es considerada la cita deportiva más importante alrededor del globo.

Tras la elección oficial de las 16 sedes para el mundial del 2026, hace apenas dos semanas, las ciudades comenzaron a anunciar las inversiones necesarias para cumplir con los requerimientos de la Fifa. Once urbes estadounidenses, tres mexicanas y dos canadienses fueron confirmadas. La suma de sus economías alcanza más de US$4,76 billones de dólares, por lo que, si formaran una sola nación, esta sería la tercera economía del mundo. Para cumplir con este compromiso los gobiernos y la empresa privada destinarán cerca de US$3.000 millones de dólares. La Fifa estima que el beneficio económico para Norteamérica superará los US$5.000 millones.

Las dos ciudades canadienses requerirán alrededor de US$423 millones. De estos, US$200 millones se invertirían en Vancouver y US$223 millones en Toronto. Justamente tras la confirmación de esta última como sede mundialista, se dio a conocer el plan de ampliación del estadio BMO Field, sede del Toronto F.C, y que hoy tiene capacidad para 27.980 espectadores. La obra contempla la ampliación del escenario hasta alcanzar un aforo de 45.736 personas. Cerca del 35% de los costos en Canadá serían asumidos por el gobierno federal, mientras que el resto estaría a cargo de las provincias y las administraciones municipales.

El anuncio oficial de Toronto y Vancouver como sedes llega en un momento en el que la fiebre por el fútbol está en su máxima esplendor. La selección de mayores se clasificó para el mundial de Catar, ocupando el primer puesto dentro de la Concacaf, por encima de los siempre favoritos de la zona, México y Estados Unidos. “Es increíble que la copa del mundo finalmente llegue a Canadá. Es algo con lo que de niños era difícil soñar”, manifestó el mediocampista de la selección canadiense, Jonathan Osorio, cuyos padres son colombianos, y quien representó a Canadá durante el anuncio oficial celebrado por la Fifa en Nueva York.

A pesar de que Canadá se quedó con tan solo dos ciudades sede, luego de que la candidatura de Edmonton, en Alberta, no fuera aprobada, la expectativa es grande. El mundial permitirá mostrar los atractivos turísticos de las dos principales urbes de este país. “Con partidos en el BMO Field y grandes eventos de fanáticos en toda la ciudad, la Copa Mundial de la Fifa 2026 es una oportunidad para resaltar la diversidad de los vecindarios de Toronto y elevar su perfil en el escenario mundial”, afirmó Scott Beck, director ejecutivo de Destination Toronto.

El mundial del 2026 será el primero con 48 selecciones, por lo que se jugarán 80 partidos. 10 en Canadá, otros 10 en México, y los 60 restantes en EE.UU., país que albergará la gran final. De ahí que el gobierno de Ciudad de México este gestionando ante la Fifa ser sede del partido inaugural, argumentando que el estadio Azteca tiene un significado especial, ya que tanto Pelé como Maradona levantaron la copa allí. Tal objetivo está siendo acompañado por el empresariado mexicano en cabeza de Emilio Azcárraga, cuya fortuna está calculada en US$1.100 millones según el listado de Forbes.