Los bonos y el petróleo suben mientras que Irán dispara misiles balísticos contra Israel

Los bonos y el oro subieron mientras que las acciones cayeron debido a que los inversores se retiraron a rincones más seguros del mercado después de que Irán disparó misiles contra Israel tras "ataques terrestres selectivos" iniciados en el Líbano.

Un informe anterior de que Estados Unidos está apoyando activamente los preparativos para defender a Israel contra el ataque impulsó las ganancias en los activos de refugio seguro. El oro subió a cerca de US$2.670 la onza, mientras que un indicador del dólar se fortaleció y los precios del petróleo se dispararon.

Los datos económicos enviaron señales mixtas. El índice de precios ISM de EE.UU. cayó a su nivel más alto desde mayo de 2023, mientras que las ofertas de empleo en EE. UU. aumentaron en agosto a un máximo de tres meses, en contradicción con otros datos que indican una desaceleración de la demanda de trabajadores. Los rendimientos de los bonos del Tesoro fueron más bajos en todos los ámbitos, y el bono a 10 años rondaba 3,71%.

Si el conflicto se calma, espera que las acciones y los valores tecnológicos se recuperen. El sector tecnológico fue el que tuvo el peor desempeño de la sesión, con Apple Inc. y Nvidia Corp. hundiéndose alrededor de 3%. El Nasdaq 100 recortó una pérdida de más dl 2% a una caída de 1,4% en las operaciones de la tarde. El S&P 500 cayó 0,93%, mientras que los bonos del Tesoro mantuvieron un avance.

“Los informes de hoy deberían pesar sobre los rendimientos a 10 años, los dólares y las acciones de servicios de empleo, aunque la publicación de las nóminas es más influyente”, según Stan Shipley de Evercore ISI, en alusión a la muy esperada lectura del empleo del viernes. “Sin embargo, las historias geopolíticas de Medio Oriente son más importantes para los mercados de bonos del Tesoro”.

Los comerciantes también están atentos a la huelga de los estibadores : cuanto más tiempo se prolongue el cierre del tráfico en los principales puertos de contenedores de Estados Unidos, mayores serán las pérdidas económicas. JPMorgan Chase & Co. estima que la paralización costará entre US$3.800 y US$4.500 millones al día.

El indicador de miedo de Wall Street, el VIX, subió bruscamente, poniendo a prueba un nivel clave que suele indicar más volatilidad en el futuro.

El martes comienza un período históricamente positivo, aunque a menudo volátil, para las acciones. El S&P 500 marcó su 43.º récord de cierre el lunes, con lo que logró un repunte en el tercer trimestre que coronó la racha alcista más larga desde 2021.

“Octubre ha sido un mes mucho más favorable para los alcistas de principio a fin, pero en el ínterin no ha sido un paseo por el parque”, según los estrategas de Bespoke Investment Group. Su caída media mensual de pico a valle de alrededor de 4,6% es la mayor de cualquier mes, según los datos de Bespoke que se remontan a 1945.

Para Michael Kantrowitz, estratega jefe de inversiones de Piper Sandler & Co., las acciones reflejan “una perspectiva económica inmaculada”.

“El problema que veo para cualquier movimiento alcista significativo de las acciones aquí es que esencialmente no hay riesgo incluido en los precios de las acciones”, dijo. “Si los cohetes vuelan, los mercados reaccionarán aún más”.

Los mercados monetarios implican una probabilidad de una en tres de que la Fed aplique otro recorte de medio punto en noviembre, pero eso podría no resultar como se espera, advirtió Larry Fink.

“La cantidad de flexibilización que se está produciendo en la curva de futuros es una locura”, dijo Fink, el director ejecutivo de BlackRock Inc., en una entrevista con Bloomberg Television. “Hay margen para una mayor flexibilización, pero no tanto como indicaría la curva de futuros”.

La inflación de la zona del euro se desaceleró por debajo del objetivo de 2% del Banco Central Europeo por primera vez desde 2021, lo que llevó a los mercados monetarios a aumentar las apuestas sobre otra reducción de un cuarto de punto por parte del BCE este mes. Anteriormente, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijo que el banco se está volviendo más optimista sobre la posibilidad de controlar las presiones sobre los precios.