Hacienda

Banco Mundial recomendó a gobiernos cuatro puntos para impulsar la productividad

El presidente saliente de la entidad, David Malpass, dio un discurso como antesala a las reuniones de primavera advirtiendo que “las tensiones bancarias seguirán”

Allison Gutiérrez Núñez

Como un pronóstico más, así fueron tomadas en los mercados las palabras del presidente saliente del Banco Mundial, David Malpass, quien dio uno de sus últimos discursos antes de dejar el cargo el próximo 30 de junio, en el evento de antesala a las reuniones de primavera de abril de la entidad y del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Malpass se refirió a las actuales tensiones financieras y macroeconómicas que vive el globo, con altas tasas de inflación y de interés, y al nerviosismo de los mercados por los desplomes de varias entidades bancarias en EE.UU. y Europa. “Los gobiernos del mundo deben prepararse para una prolongación de las tensiones bancarias, dijo.

Por todo esto, el presidente de la entidad internacional se dio a la tarea de señalar cuatro principios económicos clave que deberán adoptar los gobiernos para el desarrollo de su productividad. Estas, son: Estabilidad macroeconómica o la adopción de un marco de políticas fiscales sólido; segundo, medidas que incentiven la inversión privada; tercero, el aumento del comercio internacional justo y libre y por último, la creación de una comunidad internacional para financiar el suministro de bienes públicos y mundiales.

Como bien señaló Malpass, desde la pandemia los países en todo el mundo registraron déficits presupuestarios y aumentaron la deuda pública. Además, creció las tasas de pobreza extrema mundial, de 8,4% a 9%, el mayor alza.

Para Malpass y el Banco Mundial, la actual crisis económica y financiera es consecuencia del rezago a largo plazo que ocasionó la pandemia del covid-19. Para el líder, las presiones macroeconómicas seguirán dándose porque en el mundo continuarán los costos del cambio climático, los conflictos políticos globales y las pandemias.

“La pandemia del covid-19 cobró millones de vidas y causó muchas pérdidas de empleo e interrumpió la cadena de desabastecimiento. Esto también desencadenó respuestas en materia de políticas extraordinarias con consecuencias macroeconómicas que todavía se sienten, la inflación se disparó con los gobiernos dando ayudas fiscales y monetarias a gran escala para luchar contra la crisis pandémica, principalmente en economías avanzadas; luego, la guerra en Ucrania que desencadenó escasez de combustibles, alimentos y fertilizantes”, dijo.

LOS CONTRASTES

  • Carlos SepúlvedaExdecano Economía de la U. del Rosario

    “Colombia y los países de la región enfrentan unos retos complejos en materia económica. Deben atender los costos que dejó la pandemia en pobreza y desigualdad”.

También, pronosticó que, “un número creciente de países en desarrollo seguirán enfrentando la posibilidad de crisis nacionales grandes, con una desaceleración del crecimiento económico, aumento de la pobreza, del hambre, deuda pública a niveles insostenibles con tasas de interés también en aumento.

El punto clave y que involucra a Colombia, es que más de la mitad de los países más pobres del mundo están en situación de sobre endeudamiento, dijo el líder del Banco. Lo grave, es que, para enfrentar los desafíos que seguirán, estos gobiernos emergentes necesitarán US$2,4 billones anuales en los próximos siete años. Malpass, que será reemplazado por el indio estadounidense, Ajay Banga, recomienda entonces mejorar la eficiencia en el gasto público, eliminar los subsidios excesivos y las excenciones, e incentivar la inversión.

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