Los distintos obstáculos para convertir una empresa en un gran lugar para trabajar
miércoles, 1 de junio de 2022
La ausencia de indicadores y la falta de unificación de experiencias son parte de los problemas que enfrentan las organizaciones para realmente ser atractivas para el talento
El Economista - Ciudad de México
Cancún, Qroo.- Las empresas que logran convertirse en el mejor lugar para trabajar tienen un crecimiento de hasta 10 puntos mayor que las organizaciones que no adoptan una cultura centrada en las personas, de acuerdo con un análisis de Great Place to Work (GPTW). Esto muestra la relevancia de buscar las mejores prácticas de gestión de talento.
Antonio Ono, vicepresidente de Innovación y Análisis de GPTW, afirmó que el elemento más importante para transformar la cultura organizacional y ofrecer el mejor espacio de trabajo es la maximización del capital humano, es decir, lograr que las personas entreguen lo mejor de sí mismas para alcanzar los objetivos del negocio.
“Esto significa cerrar brechas. Por lo general, los hombres tienen un nivel de confianza mayor que el de las mujeres, y eso no es posible. También a nivel jerárquico hay desafíos, típicamente los directivos gozan del nivel de confianza más alto, pero a medida que bajas en la escala organizacional, también lo hace el nivel de confianza. Entonces, la experiencia no es consistente”, señaló.
Entre los retos que tienen las organizaciones para transformar su cultura organizacional, la homogeneidad de la experiencia de los trabajadores es el principal desafío que enfrentan.
“De lo que se trata es que la experiencia de cada uno de los colaboradores sea al máximo porque de esa forma ellos van a dar una gran atención a los clientes, de ahí se detona el crecimiento financiero. Pero también los colaboradores contentos generan más innovación, porque están dispuestos a entregarte sus mejores ideas; si no hay confianza, se guardan esas ideas”, apuntó el ejecutivo durante su participación en el Summit 2022 de GPTW.
Construir un espacio de trabajo atractivo para el talento requiere de esquivar al menos cinco obstáculos comunes en los negocios, estos son:
1. Falta de información. La ausencia de indicadores y herramientas para medir el pulso de la fuerza laboral son el primer reto que tienen que librar las empresas para transformar su cultura organizacional. Si no hay métricas, no hay forma de conocer las áreas de oportunidad.
2. Planes de acción. Conocer al capital humano mediante el análisis de información es sólo el primer paso, lo que sigue es crear un plan de acción que permita atender las verdaderas causas de los problemas que impiden la transformación.
3. Corregir las brechas. Cuando la experiencia de los colaboradores no es la misma y a nivel ejecutivo se vive una cultura distinta que a nivel operativo, hay que tomar acciones concretas e implementar las mejores prácticas para cerrar las brechas.
4. Mentalidad de transformación. Tanto líderes como colaboradores deben estar conscientes que lo único constante es el cambio. En ese tenor, hay que trabajar en la eliminación de paradigmas que limitan la evolución de la organización. Por ejemplo, no compartir el conocimiento con el resto de los equipos de trabajo.
5. Atender los detractores. Los detractores en una organización son las personas que están molestas porque la empresa o los líderes no han resuelto los problemas que han planteado. Esto implica escuchar a las personas y atender sus inquietudes.
Los enemigos del desarrollo organizacional
Además de los obstáculos que enfrentan las empresas para convertirse en lugares atractivos para el talento, hay una serie de elementos que podrían catalogarse como “enemigos” para la transformación hacia una cultura centrada en las personas. Antonio Ono opina que éstos pueden afectar desde la credibilidad de las empresas hasta la rentabilidad del negocio.
En esta condición se encuentran las empresas con culturas organizacionales donde:
- La mentalidad que prevalece es que el objetivo de un negocio es maximizar la rentabilidad para los accionistas y se olvidan que el capital humano, que representan la mayoría de las personas en la organización, son un socio estratégico en las empresas.
- La diversidad no existe, no se toman en cuenta las opiniones de todos sin importar edades, género o niveles jerárquicos. “Todos pueden aportar ideas que pueden ser valoradas por la organización. La importancia de la diversidad es que detona innovación, si tienes un grupo de personas que piensa igual, te dará ideas similares”.
- Hay alta rotación de personal y las organizaciones no buscan disminuirla, sobre todo en el caso de los trabajadores detractores que se van con una mala experiencia.
Antonio Ono puntualizó que los espacios de trabajo centrados en las personas obtienen mejores ingresos anuales que las empresas que no construyen una cultura organizacional positiva. Esto se debe en buena medida al compromiso que se logra en toda la fuerza laboral.