Los emprendimientos en países de la Ocde, entre el financiamiento y la sostenibilidad

Durante la pandemia los emprendimientos tomaron fuerza en todo el mundo. Se vieron nuevas ideas de negocio, nuevos nichos y mucho tiempo libre. Sin embargo, los coletazos del virus en los ecosistemas económicos y sociales ahora les están pasando factura.

A propósito, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) publicó sus perspectivas de las Pyme y el espíritu empresarial para 2023, en el que destacó que “a medida que se endurecen las condiciones monetarias y se retira el apoyo fiscal, aumentan las quiebras de empresas y las pyme se encuentran nuevamente en riesgo”.

Según destacó el informe, durante la emergencia sanitaria, la mayoría de los países de la Ocde modificaron sus procesos de insolvencia temporalmente, lo que contribuyó a que las quiebras se contrajeran. Para 2021, 40% de los países para los que hay datos registraron un aumento en las tasas de quiebra, versus con 20% reportado en 2020.

Sebastián Trujillo, analista y exnegociador de la Ocde señala que la falta de acceso al crédito ha sido uno de los lastres que impactan los resultados de las Pyme. “Tienen baja productividad y exportan menos que las empresas grandes”, añadió.

Como una alternativa a este panorama, la Ocde sugiere que se deben “desbloquear” formas alternativas de financiación, entre las que menciona el capital de riesgo, la financiación colectiva y otras fuente de inversión capital. En caso de no lograr mitigar el impacto, señala, la lucha por acceder a esta financiación podría tener implicaciones críticas para la recuperación verde y digital.

El acceso a fondos, entonces, se vuelve aún más importante para las compañías que le apuestan a modelos disruptivos como la sostenibilidad, que ha tomado fuerza en la última década, en parte, impulsada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y en la meta de los gobiernos de reducir las emisiones de carbono. Esto si se tiene en cuenta que, por ejemplo, en la Unión Europea, las Pyme representan entre 37 % y 41 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del sector empresarial.

Actualmente una de cada 30 empresas emergentes en los países de la Ocde es sería una “green-startup”, es decir, que le apunta a los procesos verdes y sostenibles.

“Para ayudarlos a aprovechar todas las oportunidades mientras gestionan mejor los muchos desafíos que enfrentan, los gobiernos deben apoyar políticas que aumenten su resiliencia ante las crisis, aprovechar el potencial sin explotar entre los empresarios potenciales y proporcionar el entorno propicio para optimizar sus contribuciones”, dijo Mathias Cormann, secretario general de la Ocde.

El líder también señaló que estos avances son importantes pues las pyme y los emprendedores son los principales impulsores de las economías, el crecimiento y la innovación.

Del lado de Colombia, Trujillo explica que uno de los problemas existentes en la búsqueda de financiación es que gran parte de las pyme son informales, con lo que “ahí se bloquea cualquier vínculo con el sector financiero, pero para las formales también hay barreras, hay mejor competencia en créditos para las empresas grandes y esto es una importante falla del mercado”, precisa.

Otra de las problemáticas que verían los emprendimientos este año, según el informe, sería la retención de talento y “desarrollar el espíritu empresarial”, la Ocde señala que si se mejoran las condiciones del mercado laboral para mujeres y jóvenes, podrían entrar unos 35 millones de empresarios, por ahora, “desaparecidos”.

Inversión verde sigue siendo protagonista
El informe de la Ocde reiteró que pese a los contratiempos, las empresas emergentes y en expansión, están invirtiendo cada vez más en soluciones basadas en la tecnología que ayudarán a impulsar los esfuerzos para ‘ecologizar’ la economía. Sin embargo, precisa, que agilizar el proceso y hacerlo más eficiente, no solo requiere que se mejoren las condiciones del acceso a fondos, sino también que se cree una red de trabajo en la que se conecten las pequeñas empresas con entidades de conocimiento como las universidades u grandes empresas de sus sectores.