Globoeconomía

Los ganadores y los perdedores en el primer mes tras el Brexit

Reuters

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Por tanto, es lógico que ahora haya cierta desconfianza hacia los pronósticos sobre las consecuencias a largo plazo del Brexit. Esto hace que merezca la pena reevaluar su veredicto.

En primer lugar, la reacción del mercado de valores. Antes de la votación, las acciones cotizadas más importantes de Reino Unido (alrededor de 200, cada una con una capitalización bursátil de más de US$1.967 millones) tenían un valor combinado de US$2,62 billones, mientras que ahora es de US$2,87 billones, un 10% más.

Esto es más o menos lo mismo que ocurrió con la caída de la libra frente al dólar; además, otros índices globales han crecido de manera similar, pero sin una moneda devaluada.

Si examinamos el rendimiento individual de las acciones, su historia es similar a la de la revisión a la baja de la calificación de Reino Unido. La proporción de ingresos generados en Reino Unido tiene una relación clara y negativa con el rendimiento del precio de las acciones.

Teniendo esto en cuenta, desde el Brexit, las empresas que obtienen menos del 30% de sus ingresos en Reino Unido representan el 100% de los beneficios de la capitalización de mercado. Sin embargo, las que operan dentro del país han perdido alrededor del 5% de su valor.

La historia por sectores es parecida. Las empresas de los sectores de la construcción, distribución y financieras han tenido una peor evolución, mientras que los productores de materias primas y las farmacéuticas han sorprendido por sus buenos resultados.

Seguramente hayan ayudado los mensajes más acomodaticios de los principales bancos centrales. Por otra parte, el Brexit no debería afectar prácticamente nada a las empresas presentes en África o a las que venden medicamentos a EE.UU.

Peor paradas han salido las compañías que venden sus productos en Reino Unido.

Pero miremos el lado positivo: durante mucho tiempo, el país ha dependido demasiado de la demanda nacional, lo que ha conducido a un enorme déficit comercial. Los mercados están ofreciendo un incentivo para cambiar de rumbo y diversificar los recursos. Cuidado: es una observación, no una predicción.